Casa Botín: el único Premio Lola Torres con tres siglos de historia en activo
O GROVE
O Grove entregó el reconocimiento al restaurante más antiguo del mundo
12 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.O Grove entregó ayer al restaurante Casa Botín el XVIII Premio Nacional de Gastronomía Lola Torres, un galardón que cumple su mayoría de edad y que ha reconocido la labor de grandes establecimientos y chefs de todo el territorio español, entre ellos Juan Mari Arzak, Pedro Subijana o Martín Berasategui.
El reconocimiento se ha convertido en todo un clásico en la Festa do Marisco, una cita obligada con la gastronomía que aporta cierta entidad, dada su relevancia en la península. Un reconocimiento a la cocina tradicional de la que la desaparecida cocinera meca Lola Torres fue en su día insignia en la localidad gracias a recetas hoy tan manidas como el arroz con bogavante o la merluza al albariño, tal y como explicaba Rafael Mourelos, yerno de Torres, al comienzo del acto.
El jurado no lo tuvo fácil. De entre las 145 propuestas se decantaron finalmente por el emblemático Casa Botín, ubicado en el Madrid de los Austrias y fundado en su día por un cocinero francés, Jean Botín. De todos los galardones entregados a lo largo de los años, quizá este sea sin duda uno de los más especiales, ya que es el restaurante en activo más antiguo del mundo.
Fundado en 1.725, ha mantenido su actividad de manera ininterrumpida a lo largo de casi tres siglos, en concreto la friolera de 298 años, siendo un referente en la cocina tradicional de Madrid durante todo este tiempo. Sus platos se elaboran en un viejo horno alimentado con madera de encina, y que no ha dejado de funcionar desde sus inicios, vigilado siempre por los maestros horneros de la casa. Sus especialidades, el cochinillo segoviano o el cordero asado, dos manjares que hacen peregrinar hasta el local a cientos de comensales amantes de la carne.
Desde la Fundación Amigos de Galicia, que convoca el Premio junto con el Concello do Grove, han destacado que el fallo pone de relevancia no solo la antigüedad y calidad de las elaboraciones, sino también los numerosos personajes literarios que estuvieron sentados en las mesas de Casa Botín, como Benito Pérez Galdós, Graham Greene o María Dueñas, llegando a utilizar el restaurante como escenario Incluso Ernest Hemingway, sentado en una de sus butacas, le dedica una frase: «Comimos en Botín en el comedor de arriba, es uno de los mejores restaurantes de mundo», relataba en uno de sus cientos de escritos. Todo ello, combinado con la materia prima que se utiliza en su cocina, que además de carne de excelente calidad, trabaja con merluza fresca y almeja, han hecho que el restaurante madrileño destaque por encima de muchas otras propuestas a lo largo del territorio nacional.
A pesar de no haber cesado en su funcionamiento, el histórico local ha pasado por las manos de dos familias, la de su fundador y las tres generaciones de la familia González, actual propietaria del establecimiento. Amparo Martín y Emilio González tomaron las riendas en 1930, y no cesaron su actividad ni siquiera durante la Guerra Civil. José González recogía el premio emocionado, destacando que estos reconocimientos no serían posibles «sin el personal del restaurante, es sin duda el mayor activo de la empresa», dijo subrayando la importancia y calidad de la materia prima, entre la que también destacan los mariscos y pescados de procedencia gallega. «Quiero compartirlo con todos los trabajadores, que sin duda se lo merecen», insistía José González y asentía orgulloso su maître gallego Christian Pensado.