El Camino Marítimo de la Ría de Muros Noia, el gran acontecimiento náutico de la costa atlántica

MUROS

Gonzalo Uzurmendi

La travesía empezará el 30 de junio en Baiona y finalizará el 5 de julio en Portosín

25 jun 2025 . Actualizado a las 15:22 h.

En la Edad Media los barcos eran rudimentarios y los instrumentos de navegación casi inexistentes. El peligro asomaba en cada jornada. Pero los salteadores de caminos hacían que trasladarse por tierra todavía resultara más arriesgado, por ello desde la Baja Edad Media los peregrinos preferían acercarse todo lo posible por mar hasta Compostela.

Uno de los caminos marítimos más frecuentado era el de la Ría de Muros Noia. Hasta allí llegaron la escuadra de los caballeros cruzados a mediados del siglo XII o el navegante veneciano Pietro Querini, a mediados del siglo XV, en un viaje épico que actualmente avanza a ser reconocido como Itinerario Cultural Europeo por el Consejo de Europa.

Cien millas náuticas

La distancia mínima para que una navegación se considere peregrinación son cien millas náuticas. El recorrido del Camino Marítimo comienza en Baiona o en Vigo y durante varias etapas los peregrinos descubren las Islas Cíes y el resto de las Islas Atlánticas, la típica localidad de Combarro, Portonovo, Sanxenxo o A Pobra do Caramiñal, recorriendo las rías de Vigo, Pontevedra y Arousa hasta alcanzar la ría de Muros Noia, a Ría da Estrela, la última de las Rías Baixas, el límite con A Costa da Morte. Un escenario incomparable entre el Monte Louro y el Castro de Baroña.

El Camino Marítimo es un recorrido por algunos de los paisajes más hermosos de la costa europea, por lo más genuino de la gastronomía gallega y por algunos de los grandes iconos turísticos de Galicia, de puerto en puerto, sellando la credencial del peregrino.

Turismo, gastronomía, historia, aventura y deporte, pero con otro aspecto siempre presente: la espiritualidad. No podemos olvidar que estamos hablando del Camino de Santiago, que en su versión marinera, multiplica los valores de conexión con uno mismo y con los demás, auténtica base de las rutas jacobeas.

Cómo hacerlo

El Camino Marítimo se puede hacer de manera individual, alquilando un velero o un camarote en alguna de las salidas programadas por las navieras Sailway (Vigo) www.sailway.es o Julio Verne Náutica (Baiona) www.juliovernenautica.com

El éxito definitivo de esta ruta de peregrinación se ha alcanzado con la Ruta Rías Baixas-Camino de la Ría de Muros Noia. Un evento promovido por el Monte Real Club de Yates de Baiona, el Club Náutico de Portosín y la Asociación de Concellos del Camino de la Ría de Muros Noia, en el que el compañerismo, la camaradería, la gastronomía y el buen ambiente son protagonistas, como en la comida en Casa Acuña de Ons o la sardiñada final en Portosín.

La flota

Del 30 de junio al 5 de julio, 52 veleros realizarán la ruta desde Baiona a Portosín, con escala en Muros (puerto histórico del Camino e inicio del trazado terrestre), un recorrido que rememora las últimas 100 millas del épico viaje de Pietro Querini, como recuerda una publicación presentada recientemente en Venecia.

El Arzobispado fijó un ultimo requisito para que, portando la credencial sellada en cada uno de los puertos por los que discurre la travesía, nos hagamos merecedores de la Compostela: llegar a pie a Santiago.

Puede hacerse de dos maneras: caminando desde cualquiera de los puertos de llegada, Muros o Portosín, o realizando tan solo los últimos 12 kilómetros a pie, desde la Praza da Maía, en Bertamiráns. El complemento final para redondear una experiencia inolvidable.

Los últimos tramos terrestres del Camino de la Ría de Muros-Noia: calzadas empredradas entre bosques eternos

Poesía, aguas curativas, robledales, encinares, ríos, puentes, pazos, cruceiros y un sinfín de alicientes se pueden disfrutar caminando por el trazado histórico hacia Santiago de Compostela

x. noal

Abandonamos los deliciosos contrastes de la ría de Muros Noia, la Ría da Estrela, para introducirnos en un escenario armónico, el de un antiguo Camino Real recorriendo bosques entre pueblo y pueblo de ambiente agrícola y ganadero. Pasamos por Martelo y O Codeso y comenzamos el descenso hacia Urdilde pasando por Agrafoxo. Todas estas localidades aparecen citadas con frecuencia en antiguos documentos históricos, una circunstancia que facilitó fijar el itinerario del Camino de la Ría de Muros Noia a los redactores del estudio de delimitación de trazado histórico.

Estamos en las tierras de la Reina Lupa, una figura de la mitología gallega ligada a la llegada de los restos del Apóstol, que extendía sus dominios por un territorio rico en castros como el de Agrafoxo, el de Socastro o el bautizado como Lupario. Todos ellos cercanos a nuestro Camino, del que podemos desviarnos para rememorar la vida de nuestros antepasados.

Necrópolis y cruceiros jalonan la ruta. Si estos últimos atraen tu atención, y te gusta caminar con calma, desvíate hasta la iglesia de Sorribas y disfrutarás de su espectacular vía crucis, una obra de finales del Siglo XVII, que en un espacio de 200 metros contiene 12 estaciones y un calvario entre los que paseamos con calma, disfrutando del verde explosivo de esta tierra.

Camino Real

Desde Urdilde, nuestro caminar nos lleva por el Camino Real hasta las aldeas de Pedreira y Pedre, desde donde iniciaremos un suave descenso por el precioso encinar de Corga do Foxo.

El Camino Real transcurre por Los Ángeles y Alqueidón, donde el verde sigue siendo santo y seña, pero nuevos atractivos salen al paso. Un buen ejemplo son las aguas curativas, fuentes y balnearios que pueden aportar descanso y cuidados a los peregrinos. El Camino de la Ría de Muros Noia goza de un trazado suave, pero un poco de ayuda nunca viene mal.

Nuestro andar se entrecruza con la ruta Rosaliana. En estas tierras tuvo su residencia la genial poeta. Por aquí suenan sus campanas de Bastavales. El peregrino, que se mueve por el espíritu, debería aprovechar para dejarse envolver por la poesía.

Más al norte, el santuario de Santa Minia y las Torres de Altamira pugnan por desviarnos del trazado. El peregrino es quien manda. Si el tiempo no apremia, puede dejarse seducir. Es una de las ventajas de ser un Camino de corta distancia. Lo mismo sucede en Bertamiráns con el Pazo da Peregrina, ¿por qué no disfrutar un rato de sus jardines?

En la praza da Maía de Bertamiráns encontramos un curioso monolito, es el Muro de Auga. Esta obra, realizada por los alumnos de la EASD Maestro Mateo, señala que ya solo quedan 12 kilómetros para alcanzar Compostela, referencia importante, especialmente para los peregrinos del Camino Marítimo, quienes tras navegar 100 millas a vela, deben llegar a pie a Santiago. El paisaje aquí se transforma, el Camino se vuelve ciudad por un instante. Repongamos fuerzas, ¿qué tal unos rixóns?

Volvemos al mundo rural. Atrás quedan aldeas e iglesias. Cruzamos el río Sar por la Ponte Vella. Hacemos memoria y recordamos Pontenafonso y Ponte do Ruso, que ya quedaron lejos, pero que evidencian que este también es un Camino de puentes.

Sorpresa final

Estamos llegando al final y todavía aguarda una sorpresa: la mejor forma de insuflar ánimo al corazón del peregrino. Vamos a llegar a la Praza do Obradoiro por la que está considerada como la entrada más hermosa a Compostela.

Dejando Laraño, contemplamos a lo lejos por vez primera las torres de la catedral. El río Sarela pasa a ser nuestro compañero. Este afluente del Sar, que está jalonado de antiguos molinos, ofrece el magnífico sombreado de las riberas gallegas: abedules, sauces y robles protegen al peregrino. Un nuevo robledal, en San Lorenzo, nos prepara para una realidad más urbana. Pasamos por el Monasterio de Trasouto, el Pombal, ascendemos por la calle Hortas y alcanzamos nuestro objetivo.

Atrás quedan los suaves 102 kilómetros de costa, de senderos fluviales, de bosques, de empedrados caminos históricos, de playas y de ruinas industriales, de puentes y cascadas, de fuentes y de balnearios, de cruceros e iglesias. 102 kilómetros que se pueden completar con atractivos desvíos o variantes, disfrutando también de una gastronomía basada en la calidad del producto. Un recorrido sencillo y atractivo. Un Camino para todos.