
Prevé comenzar la explotación a mediados del 2019, antes incluso de que se liberalice totalmente el mercado
08 may 2018 . Actualizado a las 07:58 h.Parece que el sector privado se toma más en serio que España y Portugal la línea ferroviaria internacional del eje atlántico. La compañía de transportes Arriva, que en Galicia tiene una amplia penetración -especialmente en el norte- con su flota de autobuses, acaba de solicitar a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) el permiso para operar una nueva línea ferroviaria internacional de viajeros entre A Coruña y Oporto. El único servicio similar que está ahora en marcha es el del tren Celta que une Vigo con la segunda ciudad portuguesa, operado por las dos empresas públicas ferroviarias de cada país, Renfe y Comboios.
A pesar de que el transporte ferroviario de viajeros en alta velocidad y larga distancia no estará totalmente liberalizado hasta el 2020, la multinacional del transporte con sede en Sunderland (Reino Unido) y propiedad de la operadora ferroviaria alemana Deutsche Bahn -cuyo máximo accionista es la República Federal de Alemania- tiene la previsión de comenzar los viajes comerciales a mediados del 2019. Según explicaron fuentes conocedoras del proyecto, en trayectos internacionales existe la posibilidad de permitir la explotación a operadores privados antes de la fecha oficial para liberalizar completamente el transporte de viajeros por ferrocarril. Es posible que para esa fecha todo el recorrido entre A Coruña y Oporto esté ya electrificado, con la consiguiente reducción en tiempos de viaje.
Más competencia
La noticia es positiva tanto para el ferrocarril gallego como para sus usuarios, que se beneficiarán en las tarifas de la competencia entre Arriva Spain Rail y Renfe. La entrada de operadores privados confirma que el eje atlántico es una línea rentable con muchas potencialidades, especialmente desde que se terminó el trazado de alta velocidad entre A Coruña y Vigo. Además, en estos momentos Renfe solo utiliza el 20 % de la capacidad máxima de este corredor, por lo que es factible que entren competidores.
La nueva línea, según explicó el grupo Arriva en un comunicado, tendrá paradas en A Coruña, Santiago, Pontevedra, Vigo-Guixar, Valença do Minho, Nine y Oporto. Contará con cuatro frecuencias diarias en ambos sentidos y tardaría dos horas y 46 minutos en recorrer los 342 kilómetros del trayecto. Sin duda, la línea será un acicate más para aprovechar los vuelos internacionales del aeropuerto de Oporto.
La compañía ha detectado «intensas relaciones de movilidad» entre ambos territorios (Galicia y Norte de Portugal), «con un gran dinamismo socioeconómico». Además se valdrán de su flota de autobuses en los dos países para ofrecer servicios intermodales a sus futuros clientes, de modo que la línea ferroviaria quedaría integrada en las redes locales de transporte por carretera.
La división ferroviaria española de Arriva lleva años mostrando interés en operar líneas de ferrocarril en España. No obstante, es la primera vez que solicita permiso a la CNMC para operar en la red española, un dato que revela la importancia de su apuesta por el eje atlántico.