Un experto en transporte dirigirá Renfe para culminar su modernización pendiente

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El actual presidente de Renfe, Raül Blanco, dejará la compañía el día 14
El actual presidente de Renfe, Raül Blanco, dejará la compañía el día 14 Alejandro García | EFE

El actual presidente, Raül Blanco, pacta su salida y Óscar Puente prevé sustituirlo con el secretario general de Movilidad Sostenible, Álvaro Fernández Heredia

07 ene 2025 . Actualizado a las 17:14 h.

La dimisión de Raül Blanco Díaz en la presidencia de Renfe no era esperada en la casa. No había síntomas de desgaste o agotamiento, después de solo 23 meses en el cargo y con un último medio año infernal por las continuas incidencias y retrasos en la red, en los que colaboraron insistentemente los nuevos trenes de la serie 106 (Avril) y su escasa fiabilidad. El broche final fue la paralización durante todo un día de todas las unidades el pasado 1 de enero, por un problema de adaptación del software al nuevo año que inutilizó las baterías de los convoyes. Blanco, en cualquier caso, asegura que deja el mando en Renfe por «motivos personales» y su renuncia se hará efectiva el día 14. Se va a la empresa privada.

Ese mismo día se nombrará a su sustituto en el Consejo de Ministros, que probablemente sea el actual secretario general de Movilidad Sostenible, Álvaro Fernández Heredia, un ingeniero de Caminos experto en transporte que fue gerente de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid y, posteriormente, director de Autobuses Urbanos de Valladolid, de ahí la confianza que deposita en él Óscar Puente. Lo conoce bien de su época de alcalde de la capital castellana. Aunque este nombramiento no ha sido confirmado oficialmente, en el sector se da por hecho.

La política

Fin al dominio del PSC en la operadora. Fue precisamente el fiasco con otro encargo de material rodante, el de los trenes de cercanías de Asturias y Cantabria que no cabían por los túneles, lo que motivó la llegada de Raül Blanco a la presidencia de la operadora ferroviaria pública. Sustituyó a otro hombre del PSC, Isaías Táboas, que salió de la empresa en la caza de brujas posterior que también se llevó por delante a la entonces secretaria de Estado de Transportes, la gallega Isabel Pardo de Vera. La responsabilidad que se atribuía a Táboas radicaba en que no se ejerció suficientemente la supervisión técnica del proceso de fabricación de los nuevos trenes. ¿Pasó algo parecido con los Avril? Lo que parece claro es que con el nombramiento de Álvaro Fernández Heredia termina una etapa de hegemonía catalana en la operadora pública que comenzó en junio del 2018, cuando accedió a la presidencia Isaías Táboas.

La gestión

La modernización, un reto pendiente en un contexto liberalizado. Raül Blanco dimite tras presentar el pasado día 2 el plan para las Rodalies catalanas, que se irán desconectando progresivamente del control del Gobierno central. Tal vez se va porque su principal misión está ya encarrilada. En los mensajes que están transmitiendo fuentes de la operadora se asegura que el presidente saliente «ha culminado la modernización de la compañía con el cambio de los equipos de dirección, con la llegada de perfiles profesionales independientes y paritarios a los consejos de administración del grupo, y con la mejora de las normas de transparencia». Parece muy ambicioso asegurar que el proceso de modernización se ha culminado. Probablemente solo haya comenzado y todavía hay que imprimir cambios profundos en la cultura empresarial, la relación con los clientes y en la búsqueda de una cierta independencia del poder político, una pretensión casi utópica.

La modernización se hace más necesaria en un mercado ferroviario liberalizado, con dos competidores activos —Iryo y Ouigo— que buscan su parte de la tarta del mercado. En el caso de la operadora francesa, con agresivas políticas de precios. Llegarán más competidores y, más adelante, pelearán por los últimos reductos del monopolio, como las obligaciones de servicio público. Galicia también aspira a beneficiarse de la segunda fase de la liberalización. Raül Blanco dejó a la empresa en la senda de volver a tener beneficios este año, pero los costes de una operadora con una cultura mas funcionarial que empresarial son muy altos para la calidad del servicio que ofrece. La diferenciación llegará con una mayor fiabilidad y mejores cauces de comunicación con los usuarios, organizados ya en colectivos cada vez más influyentes.

 

El material rodante

El nuevo equipo deberá gestionar la mayor renovación de la flota. Renfe cuenta con un parque de trenes muy envejecido pero, sobre todo, muy corto para atender el interés creciente por el ferrocarril. A partir del segundo semestre de este año, comenzará a recibir las nuevas unidades de cercanías y media distancia, un proceso de renovación sin precedentes que culminará en el 2027. El desafío de la nueva cúpula será que los 400 nuevos trenes que va a incorporar —con una inversión de casi 4.000 millones— tengan un inicio comercial menos accidentado que el de la serie 106. En alta velocidad, este año empezarán a circular 13 trenes de la serie 107 con cabezas motrices de tecnología Avril, consolidando la dependencia de Talgo, empresa con la que el presidente saliente admitió una relación compleja y que afronta una penalización de 166 millones por el retraso de la serie 106.

La digitalización

Una necesaria puesta al día tecnológica ante las quejas generalizadas. Son años ya de quejas continuas de los usuarios por la mala calidad de la web y de las aplicaciones de Renfe, en un momento en el que todas las operaciones relacionadas con la movilidad se desarrollan casi íntegramente en el universo digital. Entre los críticos está el propio ministro de Transportes. Óscar Puente admitió recientemente en el Congreso el mal funcionamiento de la web de la operadora pública. «Darle una puntuación de 4,8 puntos sobre 10 me parece hasta generoso», dijo sobre un informe de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente, que incluye un ránking de operadoras en el que se puntuaban distintos aspectos. Este mal funcionamiento también afecta al sistema informático de gestión de la empresa, muy anticuado, según constató recientemente el Tribunal de Cuentas en un informe en el que denuncia la sobrefinanciación de Renfe con los abonos gratuitos.

Raül Blanco también dejó en marcha la reformulación de toda la estrategia digital de la operadora, un proceso que dará unos primeros resultados dentro de unos meses. Sería importante que el nuevo modelo sea una referencia en innovación, transparencia y accesibilidad. Y que no se quede obsoleto nada más empezar.