Estos alimentos son los culpables de tus malas digestiones

SABE BIEN

La sensación de pesadez de estómago puede ser causada por alimentos que no contemplarías eliminar de tu dieta. Te contamos cuáles son los productos que te pueden jugar una mala pasada

29 sep 2022 . Actualizado a las 16:51 h.

La primera en la frente. «Para evitar estar hinchados lo primero que hay que hacer es reducir la cantidad de comida». Como siempre, ser prudentes con lo que nos llevamos a la boca es fundamental, explica la especialista en nutrición, Fátima Branco. Y no es cuestión menor si somos de los que nos gusta pegarnos enchentas plagadas de salsas y aditivos. Además, a la hora de cuidar nuestro estómago no siempre son los productos que identificamos de un primer vistazo (cítricos de buena mañana, churrasco con chimichurri o verduras como el repollo) los enemigos a batir en esta lucha. Sigue leyendo y descubre que, sentirte ligero como una pluma es fácil sin necesidad de tirar de antiácidos.

Una vez tenemos claro que hay que cerrar el pico a tiempo para evitar que el sistema digestivo se vea obligado a realizar un sobreesfuerzo, es importante reducir el consumo de bollería,  fritos y todo tipo de productos grasientos. Si el mal ya está hecho, renunciar al postre puede darle una tregua al ardor de estómago.

Lamentablemente, esto no es todo. Ni siquiera aquellos que cumplen religiosamente con una dieta variada y saludable están libres de una mala digestión. La lechuga, por ejemplo está en el punto de mira. «Este producto provoca sensación de hinchazón a mucha gente, igual que el brécol, que también es muy sano pero a muchas personas les sienta mal», advierte Branco. Para una ensalada saludable, mejor optar por utilizar abundante tomate y dejar a un lado el que parecía un aliado verde.

¿Qué pasa con los lácteos?

En cuanto a los lácteos hay muchísima controversia y confusión causada por el auge de intolerancias varias, que se mezclan con problemas estomacales de otro tipo. Según explica esta experta, solo a las personas con intolerancia deberían sentarles mal. «De hecho, el yogur es beneficioso para casos de pesadez estomacal por tratarse de un probiótico». Tanto el yogur como el kéfir, tan de moda estos últimos años, ayudan a preservar la salud de la flora intestinal y fortalecen el sistema inmune. 

Suma y sigue. Porque en nuestra dieta aún hay más alimentos que pueden causarnos dispepsia (el término médico para definir una indigestión). El pescado azul forma parte de esta lista negra por tratarse de un producto graso. El bacalao, el abadejo o la lubina nos permitirán seguir mejor con el día que el salmón, las sardinas o el pez espada. Por supuesto, por extensión, ocurre lo mismo con las carnes rojas, más perjudiciales también a estos efectos que el pollo o el pavo.

La yema del huevo cocido

Lo que quizás no imaginábamos, y revela Branco, es que los huevos cocidos son un caramelo envenenado. «Esto es debido a que la yema se coagula y, por tanto, se concentra más grasa que en preparados como una tortilla francesa o un revuelto». Ahora que somos conscientes podemos enmendarlo, porque en cierta medida está en nuestra mano. Y no está mal traído esto de en cierta medida, pues esta especialista cree que parte de estos tediosos malestares, al igual que el aumento de personas que sufren intolerancias alimentarias, están muy vinculados a una merma en la calidad de los productos con respecto a hace unos años; de ahí la importancia de consumir comida real y de poner el foco, siempre, en el etiquetado de los alimentos con los que vamos a cocinar.

Aunque ya es bastante, no todo es atender al estómago. Estar en buena forma física y dar largos paseos ayuda notablemente a mejorar la sensación de hinchazón. Una vez más, vida sana es sinónimo de cuidarse por dentro y por fuera. Y si acompañamos estos cuidados con una infusión después de comer estaremos cumpliendo a rajatabla con las pautas recomendadas para cuidar nuestras digestiones. ¿El consejo de la nutricionista? Optar por una infusión de jengibre o poleo menta. «Las bebidas carbonatadas, como una tónica o el agua con gas, también ayudan en estos casos».

Consejos prácticos

  • Especias en lugar de copiosas salsas

Los amantes de los sabores fuertes pueden empezar a combinar especias en detrimento de las salsas.

  • Los huevos, mejor en revueltos o en tortilla

En los huevos cocidos la yema se coagula y se concentra la grasa. Hay más posibilidades de sufrir con la digestión.

  • Infusión de jengibre para rematar

El consejo de Fátima Branco para rematar una comida copiosa es preparar una infusión de jengibre y, si no nos gusta, un poleo menta.