Al abrigo de marcas conocidas de destilados alcohólicos, proliferan las bebidas que se presentan como un álter ego con graduación rebajada o ingredientes aligerados, en una controvertida estrategia de implantación en el mercado
05 jul 2022 . Actualizado a las 21:26 h.Al abrigo de destilados tradicionales y consolidados en el mercado, hace tiempo que irrumpió una batería de bebidas sin alcohol o con menor volumen, que en el imaginario popular se asocian con sus homónimas alcohólicas, lo que generó un intenso debate entre profesionales y consumidores. ¿Pero qué son realmente estas bebidas? ¿Existe la ginebra sin alcohol? ¿Cuánto hay de engaño y de realidad en el posicionamiento publicitario?
Arroja luz sobre este asunto Miguel Gómez, gerente de Aguardientes de Galicia S.A., del grupo Bardinet, la referencia de más importancia de la destilación en Galicia. «Quizás estamos ante una nueva forma de consumo o, simplemente, ante una campaña de imagen. Hay quien dice que es, simplemente, la manera de algunas marcas de acceder a la publicidad audiovisual, ya que existe un veto a los destilados de alta graduación y al tabaco. Desde la industria productiva se mira este hecho con interés», expone.
«¿Pero qué son realmente estas nuevas bebidas? El reglamento que regula las bebidas espirituosas en Europa es el 787/2019, en él se recogen 44 categorías. En dicha norma se especifican las condiciones que cada líquido debe cumplir para poder poner en la botella la palabra que lo define. Sirva de ejemplo el whisky: una de las condiciones que ha de cumplir es el volumen de alcohol mínimo que contiene el líquido sea del 40 %, por tanto, no existe legislativamente hablando, un whisky con un 20 % de volumen alcohólico. O, al menos, no podemos envasar un líquido con ese porcentaje de alcohol y poner en la etiqueta la palabra whisky. Para este tipo de productos, que no se adecuan a ninguna de las 44 categorías legisladas, existe la denominación genérica bebida espirituosa, sin más, siempre y cuando cumplan un mínimo de concentración alcohólica, ya que las bebidas con 0 % de volumen no dejan de ser aguas aromatizadas. «No se puede elaborar un whisky light, ya que, para reducir calorías lo único que puedes quitar es el alcohol, y si bajas del volumen indicado, ya no es whisky», explica.
«Si en el cubata clásico echamos la mitad de la medida del destilado, también estaremos obteniendo el mismo resultado alcohólico que con las nuevas bebidas. Desde Aguardientes de Galicia y el grupo Bardinet recomendamos responsabilidad a la hora de disfrutar de este patrimonio que son nuestros destilados. Disfruten cuando beban, que la cantidad no sea lo importante», concluye.
Por su parte, la firma creadora de la bebida la presenta de este modo: «Para esos momentos en los que preferimos tomarnos algo sin alcohol, llega Tanqueray 0,0 %. Una propuesta con todo el sabor, ahora sin alcohol y con tan solo 6 kilocalorías por unidad. Mantiene toda la esencia porque está elaborada con los mismos botánicos que originan el inconfundible sabor de Tanqueray London Dry, la ginebra más icónica de la marca y reconocida».
«Es muy importante crear valor e innovar para satisfacer las necesidades actuales del consumidor, y ofrecer opciones que se ajusten más al estilo de vida actual en el que se han desarrollado nuevas ocasiones de consumo, incluyendo horarios diurnos», afirma Úrsula Mejía-Melgar, directora de márketing de Diageo para el sur de Europa.
Pedro Mendonça, director global de Diageo Reserve, argumenta: «No deberíamos comprometer la calidad y el sabor cuando queremos consumir una bebida que no tiene o tiene poco alcohol. Somos conscientes de que cada vez nos preocupamos más por lo que comemos y bebemos. Por ello, nuestro objetivo es mejorar la experiencia para aquellos que deseen no beber alcohol, proporcionando experiencias gustativas agradables, emocionantes y complejas».
«Han sido necesarios muchos años de investigación y esfuerzo para desarrollar una tecnología única, que ha permitido crear una exclusiva bebida sin alcohol que consigue capturar la esencia de Tanqueray, con un destacado y elegante perfil a enebro. Solo podemos desvelar que los botánicos, los mismos que originan Tanqueray London Dry, son individualmente sumergidos en agua, calentados y posteriormente destilados antes de ser mezclados entre sí para capturar toda la esencia de Tanqueray en una deliciosa alternativa sin alcohol», explican, mientras que sugieren un combinado con tónica y una rodaja de lima, remedo del Gin & Tonic.
Ya con el producto en la copa, la barmaid del restaurante Bido, Ana Pinzás, contextualiza: «Mi labor es hacer que el cliente disfrute, utilizando bases paralelas con y sin alcohol. Por ejemplo, en el de un clásico como el White Lady (ginebra, triple seco y lima) lo que me han transmitido ha sido la potencia en nariz y boca del alcohol y esa armonía (unión) que se produce entre los ingredientes. En el caso de su versión con esta bebida sin alcohol, se traslada la fácil percepción de los diferentes sabores, pero por separado».
