El público se implicó con fervor en la jornada central de la fiesta, entre desfiles, teatro, gastronomía, música, juegos y los campamentos de castrexos y romanos
16 jun 2024 . Actualizado a las 14:13 h.Pasear por las calles del centro de Lugo es estos días una auténtica lección de historia. Cada rincón, cada espectáculo, invita al público a reconciliarse con su pasado y a disfrutar del imaginario colectivo que se ha creado en torno al Arde Lucus, una celebración, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, que se consolida en el olimpo de la recreación histórica. La lluvia, además, dio este sábado una tregua, y las temperaturas animaron a los lucenses a echarse a la calle y sumergirse en el Arde Lucus. La programación de la jornada central no dio ni un respiro y el público pudo así disfrutar de una de las máximas de la fiesta: «Revivir a historia é unha realidade».
Desde el Macellum, en la Praza Maior, o desde la Castra de Lucus Augusti, en el Parque Rosalía de Castro, el público puede recrearse en el día a día de un poblado romano o castrexo, con demostraciones de oficios tradicionales, exposiciones y también gastronomía. También se pueden descubrir los riesgos que suponían nacer en la antigua Roma, gracias al repaso que las Obstetrix realizan en la Praza Maior del papel de las matronas desde Roma hasta la actualidad. Los desfiles son otro clásico del Arde Lucus, pero no solo de las tropas y las tribus, sino que cualquier ruta se puede ver interrumpida por una marcha de tambores, por el descaro de un fauno saltarín y ecologista o incluso por un traslado de enfermos leprosos escoltados por soldados romanos.
Los ecos de la historia también llegaron a través del teatro, que recreó gestas tan famosas como el episodio del caballo de Troya durante la guerra de Troya: con un Ulises sobre el adarve de la Muralla y una Helena animando a las tropas a acceder al recinto amurallado, los actores lograron la complicidad del público con humor y guiños a la actualidad.
Premios Civitas Honoris para Manuel Souto, Eduardo Fernández y Pepe Hortas
El nombramiento de Civitas Honoris y la recepción de tropas extranjeras se produjo en la mañana de este sábado en la Praza Maior. El César y Paulo Fabio Máximo, acompañados por la alcaldesa, Paula Alvarellos, dieron la bienvenida a las asociaciones que llegaron desde fuera de Lucus Augusti: de Xinzo, Astorga, La Rioja, Moldavia, Cartagena, Portugal, León, Jaén, Asturias...
Además, la regidora y el concejal de Xuventude, Jorge Bustos, hicieron entrega de los premios que distinguen la implicación en el Arde Lucus. Este año, los galardones reconocieron el compromiso de Eduardo Fernández Abel, vocal de cultura y cofundador de la Cohors III Lucensium; del actor cartaginés Pepe Ortas, fiel a la fiesta desde sus primeros años; y del integrante del Senatus Manuel Souto Salgado, por ser el miembro más veterano de las 19 asociaciones de recreación histórica de Lugo, demostrando que disfrutar de la fiesta y dedicar tiempo y esfuerzo al Arde Lucus no depende de la edad.