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La guía Parker pone su mirada en los tintos que se producen en Rías Baixas

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS AGRO

MONICA IRAGO

El artículo realiza un recorrido por las subzonas, entre las que destaca O Salnés como cuna de los grandes albariños

15 jun 2020 . Actualizado a las 19:51 h.

«Rías Baixas es la mayor región vinícola de Galicia y la más exitosa comercialmente». Así empieza Luis Gutiérrez, responsable de cata de la prestigiosa The Wine Advocate, la publicación fundada por Robert Parker de la que este ya no forma parte, su nuevo artículo sobre la denominación de origen del albariño. Y aunque reconoce que para muchos Rías Baixas y albariño son casi sinónimos, en esta ocasión pone especial atención en los tintos. Unos vinos que, asegura, han llegado para quedarse y prueba de ello es que aunque estas variedades representan una escasa parte de la cosecha total de esta denominación de origen, cada vez se encuentran más tintos amparados en los segmentos más altos del mercado. «El aumento en la producción de tintos ha sido fenomenal», argumenta.

Gutiérrez explica que solo el 0,79 % de la uva que se vendimia en Rías Baixas es tinta. Sin embargo, «en el extremo superior del mercado, los vinos tintos representaban el 23 % de los vinos que probé esta vez. Es un porcentaje significativo que habría sido impensable hace apenas cinco años», añade. Advierte, además, de que muchas de estas elaboraciones están al margen de la denominación de origen, pero tiene claro que «los vinos tintos están aquí y están aquí para quedarse», afirma.

Por variedades

Por variedades destaca la caíño tinto, «con uvas más redondas y una personalidad muy picante, exhibida por los vinos de Forjas del Salnés y especialmente su Finca Genoveva». En este sentido, asegura que «los vinos más interesantes tienden a producirse con uvas caíño y espadeiro y, en menor medida, loureiro tinto e incluso mencía». Precisamente sobre el espadeiro destaca lo poco que se conserva de esta variedad en O Salnés, «quedan muy pocas enredaderas de espadeiro, a menudo solo un puñado de plantas muy viejas y grandes». Menciona aquí los vinos Castiñeiro, de Eulogio Pomares, y Finca Fabaiños, de Fulcro, dos elaboraciones «que parecen muy diferentes del resto y que tienen más en común entre ellas, con una delicadeza y perfume inusuales, que con las demás». Y concluye asegurando que «la historia de los vinos tintos de Rías Baixas se está escribiendo ahora».

Gutiérrez tiene también algunas críticas para lo que están haciendo algunas bodegas, «un mar de vinos inocuos fermentados en frío, embotellados temprano que a menudo son demasiado reductores y apenas tienen tiempo para expresar la variedad o el lugar». Pero también reconoce que esta es una tierra «capaz de vinos de clase mundial». Insiste en la necesidad de apostar por la calidad y no por la cantidad y analiza en detalle las cinco subzonas. De la Ribera del Ulla, por ejemplo, «uno debe preguntarse si tal vez la zona de la IGP Barbanza e Iria tiene más en común con el resto de las Rías Baixas que la Ribera del Ulla». Y de O Salnés destaca que es el origen «de la mayoría de los nombres que nos vienen a la mente cuando pensamos en los grandes de Rías Baixas y el gran albariño, pero cada vez más también vinos tintos». Se refiere a bodegas como Albamar, Do Ferreiro, Eulogio Pomares, Fulcro, Forjas del Salnés, Nanclares y Prieto, Narupa o Zárate.

MONICA IRAGO

El artículo recoge también un análisis de las últimas añadas, de las que destaca que han sido bastante cálidas. De la del 2018 asegura que «es la mejor cosecha para vinos tintos de todos los tiempos». De la del 2019 dice que fue «un año atípico, con una cosecha potente y concentrada en la que los vinos estaban listos casi desde el principio. Este es un año bastante único, vinos con peso y frescura pero accesibles desde el principio», alega. Para terminar, realiza un recorrido por algunas de las bodegas a las que otorga más puntuaciones y, además de las ya mencionadas, destaca como proyectos a tener en cuenta los de Adegas do Vimbio, Adega do Rincón, la Cambados Urban Winery, que elabora el Desconcierto, Castrobrey, Destinos Cruzados e Iria Otero Mazoy, todos ellos pertenecientes a diferentes subzonas de la denominación y, algunos también, elaborando al margen del amparo de Rías Baixas.