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¿Está Galicia preparada para cultivar el viñedo de forma sostenible?

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

Cedida

Las denominaciones de origen piden flexibilidad a la hora de trasponer las normativas europeas y apoyo y tiempo para desarrollar la investigación

02 feb 2024 . Actualizado a las 08:20 h.

Dicen los expertos que la agricultura del futuro será sostenible o no será. Y el mismo principio rige para la viticultura. Las estrategias de la Unión Europea hablan de que en los próximos años es preciso reducir el uso de fitosanitarios y apostar por cultivos ecológicos. La duda es si en un territorio como el gallego, con unas condiciones meteorológicas muy particulares, es posible cultivar un viñedo que ya está sufriendo los efectos del cambio climático. Responsables de cuatro denominaciones vitícolas de origen de la comunidad trataron ayer de responder a esta pregunta en el marco del segundo congreso de Viticultura Sostenible, organizado por Interempresas en Ourense.

«Los retos que vienen van a ser complicados, sobre todo, para llevar a cabo esa reducción que pretenden. Pero serán beneficiosos para el viñedo y hay que acatarlos», aseguró Jonatás Gago, presidente del consello regulador de Monterrei. Para superarlo considera indispensable «el apoyo de la ciencia y de la administración». «A lo largo de los siglos, la viticultura ha demostrado su capacidad de adaptación», añadió Juan Carlos Vázquez, vicepresidente de Rías Baixas. Reconoció que «hay preocupación porque los objetivos parecen ambiciosos, pero se necesita tiempo para llegar a esas reducciones» y destacó que hace ya tiempo que bodegas y administraciones están trabajando en ello. En su opinión, «va ser necesaria una puesta punto en innovación y poner el foco en nuevas técnicas. Hay herramientas, pero tiene que haber investigación para que todos podamos acceder a ellas», añadió.

MIGUEL VILLAR

Para O Ribeiro el problema es que cuando se legisla no se tienen en cuentan las características de cada zona. «Habrá que fijar los parámetros que cada territorio deba cumplir. Galicia tiene problemas diferentes a los de otros territorios», aseguró Juan Casares, presidente de esta denominación de origen. «La viticultura ha cambiado mucho en poco tiempo, pero el viticultor necesita tiempo para informarse y adaptarse», explicó Antonio Lombardía, presidente de Ribeira Sacra. Insistió en que los viticultores ya han hecho una importante transición, «aunque en Europa no se haya enterado» y en que ahora toca apostar por la digitalización, para lo que «tienen que haber una apuesta clara de las administraciones para dotarnos de medios».

Pegada a Galicia está la denominación de origen Bierzo, donde los problemas son casi los mismos. «Los viticultores tienen más de 65 años y menos de cinco hectáreas, ese profesional no tiene equipamientos para llevar un cuaderno digital», afirmó el presidente de esta denominación, Adelino Pérez. En su opinión, es imposible lograr adaptarse en un período corto «por eso necesitamos apoyo de las administraciones y flexibilidad. También precisamos apoyo económico e inversión en I+D+i», aseguró.

El cambio afecta también a las empresas que producen los fitosanitarios, como Sygenta Iberia. «Nos da la sensación de que se ponen objetivos y no se tiene en cuenta cómo llegar a ellos. La sanidad vegetal pasa por el control integrado de plagas y, para eso, hay que integrar fitosanitarios y tecnología», explicó Francisco García, responsable de agricultura sostenible de la compañía.

Las denominaciones gallegas añadieron, además, que llevan tiempo trabajando para conseguir esa sostenibilidad, implantando estaciones meteorológicas con aplicaciones que permitan anticiparse a las plagas, logrando certificaciones de sostenibilidad, entre otras cosas. «En Rías Baixas hemos creado un departamento de sostenibilidad para ayudar al sector», contó Vázquez. «Los objetivos de cada territorio no deben ser los mismos, porque no partimos de las mismas circunstancias», reiteró Casares. «Si vamos a poner unos objetivos inalcanzables, la viticultura se va a resentir. Los viticultores ya están sufriendo el cambio climático y si ponemos objetivos muy exigentes la sostenibilidad va a ser difícil», añadió Lombardía. Lo que todos tienen claro, también, es que el futuro de la viticultura gallega pasa por conseguir atraer a los jóvenes, para lograr el relevo generacional. «Necesitamos formación, rentabilidad y dignificación», concluyó Lombardía.

Viña Meín-Emilio Rojo: «Tenemos que cambiar los productos que utilizamos»

Laura Montero, director técnica de Viña Meín-Emilio Rojo, tiene claro que Galicia puede seguir cultivando el viñedo y hacerlo de forma más sostenible. Solo hay que cambiar el enfoque y buscar métodos alternativos a los que se están empleando actualmente que, además, están demostrando que no siempre son eficaces, aseguró recordando que este año algunos viticultores perdieron su cosecha por culpa del mildiu a pesar de los tratamientos que aplicaron.

MIGUEL VILLAR

«En Galicia hay viñedo desde hace miles de años, es un cultivo que está instalado. Claro que puede haber una viticultura aquí, pero habrá que cambiar el concepto», aseguró. Su bodega, que forma parte del grupo Pago de Carraovejas, lleva años tratando de cultivar el viñedo de forma más sostenible. «En Galicia no estamos certificados en ecológico, pero todos los productos que usamos son ecológicos», aseguró. Tiene claro que «aquí con el cobre y el azufre no llegan», porque los ataques de hongos son más virulentos debido a las condiciones climáticas de la región. Pero también asegura que existen otros muchos productos que se pueden emplear «y que estamos estudiando. Tenemos que cambiar los productos que utilizamos. Hemos estado trabajando en convencional y no funciona y la prueba es que este año hay viticultores que se han quedado sin nada. Existen productos nuevos que funciona».

En su opinión, la apuesta no debe pasar tanto por reducir sino por cambiar, por centrarse en técnicas como la agricultura regenerativa o biodinámica. Y por buscar nuevas sustancias. «Hay empresas que proporcionan ya esas materias, hay que usarlas y probarlas. Sí se puede hacer agricultura ecológica en Galicia, pero exige mucha profesionalización», concluyó.