Por qué no debes contar con tu primo para vendimiar si no le haces contrato
AGRICULTURA
Unións Agrarias reclama una norma clara y específica para que los pequeños agricultores y ganaderos puedan disponer de peones en trabajos temporales, como la recogida de la uva
17 sep 2025 . Actualizado a las 10:19 h.El desembarco realizado por el Ministerio de Trabajo la semana pasada en Ourense, que permitió encontrar temporeros en situación irregular en las comarcas de Valdeorras y O Ribeiro, ha reabierto el viejo debate sobre con quién pueden o no contar los viticultores para ayudarles a recoger la uva de sus viñedos. Desde Unións Agrarias recuerdan que, actualmente, la normativa no es demasiado clara y que, en ocasiones, queda en manos del inspector de turno decidir si sanciona o no al viticultor en cuestión. La organización reclama una normativa clara y unas condiciones especiales para los pequeños agricultores y ganaderos, sobre todo, cuando tienen que contratar personal para tareas puntuales, como la vendimia.
«Non se lle pode esixir o mesmo a un viticultor que ten unha hectárea de terreo e contrata a dúas persoas durante dúas tardes que a un que ten 150 hectáreas», lamenta Carlos Basalo, portavoz de viticultura de Unións Agrarias. Desde siempre, la vendimia es una fiesta en la que familiares y amigos colaboraban de forma desinteresada en la recogida de la uva, sobre todo, en las explotaciones más pequeñas. Esa tradición se sigue manteniendo, el problema surge cuando llegan inspecciones de Trabajo y es necesario justificar esas relaciones de familia y vecindad. «Todo o que non se pode xustificar cun papel é complicado», asegura Basalo.
La normativa actual deja abierta la posibilidad de que los familiares puedan colaborar de forma altruista en esta recogida. Pero solo los de primer grado, esto es, padres, hijos y hermanos. «Iso se xustifica cun libro de familia, así que non debería haber problema», añade. ¿Qué pasa con primos, tíos o sobrinos? Pues que no es tan sencillo demostrar la relación familiar y el viticultor se expone a tener que presentar documentación que acredite esa relación para evitar la sanción si así lo reclama el inspector.
Otra posibilidad que contempla la ley son los trabajadores de buena vecindad, es decir, aquellas personas que viene a ayudar en tareas temporales a cambio de que después se les preste ayuda. Una práctica muy extendida, sobre todo en la vendimia, pero que ahora se complica. Porque, una vez más, queda en manos del inspector de trabajo decidir si abre o no expediente por la presencia de estos operarios que no tienen contrato bajo el viñedo. «¿Como demostras ti despois que este é un veciño que veu axudar? ¿E se está empadroado noutro municipio?», se pregunta Basalo.
Aunque todo parece indicar que ninguno de los expedientes abiertos por Trabajo en O Ribeiro y Valdeorras se debían a ninguna de estas causas, el portavoz de Unións Agrarias reconoce que esta inseguridad genera cierto miedo entre los pequeños viticultores gallegos, a los que les resulta muy difícil encontrar personal para contratar, ya que normalmente solo tienen para uno o dos días de trabajo. Y este mismo problema lo tienen otros pequeños agricultores y ganaderos, por eso Unións Agrarias reclama que, a nivel nacional, se redacte una normativa clara y que prevea ciertas excepciones para los temporeros del sector agrícola.
Prevención de riesgos laborales
Otro de los problemas con los que se encuentran los pequeños agricultores es con la normativa de riesgos laborales. Porque esta incluye una serie de obligaciones que los pequeños viticultores les resulta imposible cumplir. «A un dixéronlle que tiña que poñer un baño protátil nunha finca de 500 metros cadrados. Iso é impensable», asegura Basalo.
De nuevo insiste que no se puede pedir lo mismo a un pequeño viticultor que a las grandes empresas «ten que haber diferenzas nesas esixenzas ou a xente non vai poder contratar persoal para recoller a colleita» explica. Dotar de equipos a los trabajadores o contar con un plan de prevención de riesgos laborales suelen ser tarea imposible para estos profesionales del campo. «No campo temos moitos sectores con estos problemas. Porque se para contratar a unha persoa teñen que facer un gasto a maiores de 200 ou 300 euros pola lei de riscos laborais, igual deixan a uva sen vendimar», sostiene.
Porque los viticultores también se enfrentan a problemas como el absentismo, «ou xente que se contrata e despois non aparece ou ven unha mañá e pola tarde xa te deixa tirado», añade. Por eso considera que es necesario regular de nuevo todas estas actividades, «facendo normas que sirvan tamén para os máis pequenos», concluye.
