Vaca e Boi de Galicia ya puede comercializarse en toda Europa

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

GANADERÍA

cedida

Hasta ahora, la IXP solo contaba con una protección nacional transitoria, pero ayer salió publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea

06 oct 2022 . Actualizado a las 16:59 h.

El Diario Oficial de la Unión Europea publicó ya el reglamento de la comisión por el que se procede a la inscripción de la nueva Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Vaca e Boi de Galicia en el registro de esta entidad. Esto significa, explican en la Consellería do Medio Rural, que los productos amparados por esta marca de calidad ya se pueden comercializar también con ese sello en toda Europa. Hasta ahora, Vaca e Boi de Galicia solo tenía una protección nacional transitoria que permitía, de forma provisional, vender carne con este distintivo en España.

Hace ya cinco años que se puso en marcha el proceso para lograr esta nueva marca de calidad, explican en el consello regulador. Con esta iniciativa se buscaba la protección jurídica y la puesta en valor de la carne procedente de las vacas y los bueyes que se producen en Galicia, el impulso a su comercialización y el fomento de una carne sinónimo de calidad diferenciada, tanto en el mercado nacional como en el internacional. La obtención de este registro definitivo supone para Vaca e Boi de Galicia «el máximo reconocimiento como sello de calidad, la protección y el fomento de la calida de nuestra carne de vaca y buey», explica Jesús González, presidente de la IXP.

La nueva IXP ampara a la carne fresca y los menudos procedentes de vacas y bueyes gallegos que pertenezcan a las razas Rubia Galega, Morenas Galega, Asturiana dos Vales, Limusina, Rubia de Aquitania, Frisoa e Pardo Alpina, ya sean estas puras o cruzadas entre sí. Para que puedan presumir de esta marca de calidad, los animales debe nacer, criarse, engordarse, sacrificarse y despiezarse en nuestra comunidad, pues la marca abarca a todo el territorio gallego, así como demostrar la trazabilidad del producto y cumplir las características que se establecen en el pliego de condiciones. 

En la alimentación y el manejo deben seguirse prácticas tradicionales de Galicia, apostando por el pastoreo y el uso de forrajes conservados, como el silo y la hierba seca, complementados con harina de cereales, patatas, nabos y concentrados, en el caso de ser necesarios para lograr un buen engorde final. En el caso de los bueyes, estos tienen que superar los 48 meses de edad al sacrificio. Además, los canales deben destacar por su grado de engrase, infiltración grasa y conformación. 

La carne que se comercializa bajo este sello se presenta refrigerada, sin que pueda ser congelada a lo largo del proceso de obtención y comercialización. En función del tipo de pieza, se exige un tiempo de maduración mínimo para que el producto gane en terneza, jugosidad y sabor. Además, toda la carne debe cumplir el control fijado por el consello regulador. Al fin y al cabo, la finalidad de esta IXP es ofrecer garantías a los consumidores sobre el origen y la calidad de la carne. 

Vaca e Boi Galego se puso a andar en el 2017 con una protección nacional transitoria, que permitió las primeras inscripciones de explotaciones ganaderas y animales, cuyo proceso de engorde y acabado final dura como mínimo seis meses. Siete meses después, el consello regulador llevó a cabo las primeras certificaciones. Actualmente, está formada ya por cuarenta industrias y comerciales cárnicas, además de por 441 productores inscritos, incluyendo tanto a ganaderos como a cebaderos. Durante el pasado ejercicio, se certificaron 614 canales y se produjeron, bajo esta marca de calidad, 268 toneladas de carne, con un valor económico estimado de 1,2 millones de euros.

Este nuevo sello se suma a los ya existentes de Ternera Gallega y Ternera Gallega Suprema, que están limitados a animales de menos de doce meses y que ya se comercializa su producción fuera de nuestra comunidad desde hace años.