
Tripulantes de Marín y A Guarda participan en una iniciativa pionera en la flota industrial de palangre
28 may 2018 . Actualizado a las 10:21 h.Aunque buscan pez espada, marrajo, quenlla o especies afines, a veces, por desgracia, en los anzuelos de los palangreros de superficie pica alguna que otra tortuga, ya sea boba (Caretta caretta, no se malinterprete), laúd (Dermochelys coriacea), verde (Chelonia mydas) o golfina (Lepidochelys olivacea, de nuevo aclarando). Y si que muerdan el anzuelo no tiene por qué significar para ellas una muerte segura, que sobrevivan depende de que se les apliquen los cuidados adecuados. Por eso, en el marco de una iniciativa pionera -al menos en lo que a la flota palangrera industrial se refiere-, marineros gallegos han participado en un taller en el que han aprendido a practicar los primeros auxilios a las tortugas. Técnicas de supervivencia que incluyen, incluso, aspectos básicos de cirugía, pues solo hace falta pensar en la boca de la tortuga laúd -llena de dientes del paladar al esófago- para percatarse de la complicación que puede suponer extraerle un anzuelo.
Consejos para tomar decisiones
En el curso han tomado parte tripulantes de los barcos de la Organización de Palangreros de A Guarda (Orpagu) y de la Organización de Productores de Pesca Fresca del Puerto Marín (Opromar), que fueron instruidos por Mariluz Parga, veterinaria y especialista de Submon (agrupación catalana dedicada a la conservación de la biodiversidad marina) para realizar los ejercicios de reanimación a las tortugas marinas. Esta les explicó la anatomía y fisiología básica de las tortugas marinas y proporcionó consejos básicos para ayudar a los tripulantes a tomar una decisión de cuál es la mejor manera de actuar cuando encuentren un quelonio enganchado en un palangre. Después, los marineros aprendieron técnicas para extraer anzuelos, manejar a estos animales, calmarlos y proceder a su cuidado y posterior liberación.
De liberar tortugas algo sabe Mariluz Parga. En el taller que impartió tanto en A Guarda como en Marín -iniciativas apoyadas por la Consellería do Mar y la Secretaría General de Pesca- compendia su experiencia de más de una década en este tipo de acciones, valiéndose para ello de sus conocimientos como veterinaria y de la experiencia adquirida a bordo de palangreros de diferentes nacionalidades en el Mediterráneo y en el Pacífico, conviviendo con pescadores de varios países: Estados Unidos, Ecuador, Perú, México, Brasil, Italia y España, entre otros.
«Chuleta» a bordo
Ahora a los marineros no les queda más que poner en práctica lo aprendido para reducir el impacto de la pesca en las capturas incidentales de otras especies. Pero para que no se les olviden los consejos básicos, llevarán una chuleta a bordo: un póster que colgarán en las embarcaciones y que recoge gráficamente lo que Mariluz Parga les enseñó.