La Isla era un Superstandard 29 de la matrícula de Cádiz. Pertenecía, junto al Masso 10, al armador coruñés José Sánchez Pardo. En la madrugada del 5 de octubre de 1970 embarrancó en el bajo del Boi, a los pies de la misma Torre de Hércules cuando regresaba de las faenas de pesca hacia su puerto base. Perecieron 14 hombres de un rol de 15 tripulantes, en la misma puerta de casa. En la noche se escuchaban los gritos de socorro desesperados en lo que supuso el punto de inflexión en el salvamento y apoyo a los naufragios en A Coruña, puerto con una numerosa flota que sufría reiteradamente la pérdida de vidas humanas en la mar.
La Carmela con base en Burela
El buen resultado del modelo elegido para la costa norte y noroeste lleva al encargo de diez unidades similares a construir en Astilleros y Talleres Celaya de Erandio. Entre 1979 y 1980 se entregan de la LS-AA-1 a la LS-AA-10 con la única diferencia de sus motores Guascor; alguna de ellas con nombre propio como la de Finisterre (Ara Solís) o la de Burela (Carmela). Esta llega a su base en noviembre de 1980 junto a la de Luarca, una semana después llegan la de Ribeira y Cedeira. La Carmela, registrada como LS-AA-4, es bautizada con el nombre de la Condesa de Fenosa (aporta 1.800 euros anuales de la época) en presencia de los ayudantes de Marina de Viveiro (Sabino Collazo) y Ribadeo (Pedro Fernández) y el delegado de Cruz Roja del Mar en Burela (Costas Rodríguez).
En 1984 el equipo voluntario está formado por los patrones José Eijo, José Pardo y José Riveira, mecánicos Juan Jul, José Rico y Emilio González, marineros José Rodil, Juan Eijo, Abel López, José C. Roca, Ángel Nogueira, Daniel Alonso, Carlos García, Germán Pedre y hombre rana Huberto Palacios.
Al entrar en activo las Salvamar y Guardamar, de 15 y 21 metros, Sasemar se hace con el control profesional del Rescate y Salvamento. En 2002 desaparece como organización específica la Cruz Roja del Mar y todas las LS-AA cesan en su actividad concebida para veinte años. Aunque las tres primeras procedentes de Francia están «vivas», A Mariña no fue capaz de mantener un símbolo patrimonial marítimo.
La clase Blanca Quiroga
El 26 de junio de 1973 llega a A Coruña, navegando procedente de Francia, la primera embarcación del tipo A de las tres adquiridas. Ocupará plaza en la primera Base de Salvamento sita en el Muelle de Animas y se bautiza con el nombre de la Condesa de la Torre de Cela, Blanca Quiroga, cuyo legado y herencia pasó en gran parte a la Cruz Roja. La embarcación se bautiza el 18 de agosto de 1973, dando rango de importante acontecimiento la asistencia del Jefe del Estado, F. Franco y esposa, vicepresidente del Gobierno, los ministros de Gobernación, Marina, Ejército y Comercio.
En el mes de febrero del año 1975 la Blanca Quiroga llevaba 6 actuaciones relevantes y su voluntariado (tres patrones, dos mecánicos, un médico y nueve marineros) 220 horas de prácticas. Se habían incorporado además sus gemelas Guipúzcoa II (País Vasco) y Cruz de la Victoria (Asturias), cubriendo el flanco cantábrico.
Lanchas insumergibles
Estas lanchas «todo tiempo» insumergibles, autoadrizantes, con casco de acero semiplaneante, miden 14.92 metros de eslora y 3.70 metros de manga, desplazan 18.61 toneladas y equipan 2 Poyaud de 285 HP a dos hélices, navega a 14 nudos con 5 tripulantes, con autonomía de 270 millas y capacidad para 20 rescatados. Son renombradas LS-AA (Lancha Salvamento Area Atlántica).
Cruz Roja del Mar, su inicio
El Vicealmirante Enrique Amador Franco involucra a la Diputación (A. Porto Anido) y Ayuntamiento de Coruña (J. Pérez Ardá) y, bajo el amparo de Cruz Roja Española presidida por Francisco Queipo de Llano, fundan en julio de 1971 la Cruz Roja del Mar. Con el profesor de la Escuela Náutica Juan Trigo del Río como experto garante del proyecto, se desplazan a Inglaterra para conocer los medios y métodos de la centenaria Royal National Life Boat Institution de la que consiguen el préstamo por parte de su representante, Mr. John Atterton, en septiembre de 1971 de una lancha tipo Solent, tripulación incluida, para adiestramiento y comprobación in situ de la idoneidad de la misma. La Solent, con casco de acero, mide 14.78 metros de eslora por 4.27 metros de ancho, desplaza 28 toneladas, equipa 2 motores Gardner que dan 9 nudos y la tripulan 7 hombres.
El 12 de octubre de 1971 embarranca en el bajo del Caballo, muy próximo al naufragio del La Isla, el Carmen Vilariño, cerrados en niebla a las dos de la madrugada, la pronta actuación de la Solent equipada con radar, con una tripulación de cuatro españoles y tres ingleses a las órdenes de Juan Trigo, rescatan 6 hombres en una balsa y dos en el chinchorro; el Nuevo Torre de Likona rumbo A Coruña rescata otros seis en la segunda balsa y la Solent lo guía entre la niebla al puerto pesquero. Todos a salvo en lo que fue el impulso definitivo a la adquisición de bienes y equipos. En noviembre de 1971 se prueba la lancha tipo Arun procedente de Gran Bretaña para sustituir a la Solent. Es de 15.85 metros de eslora por 5.18 metros de ancho en casco de madera moldeado en frío, desplaza 25 toneladas con 5 tripulantes, pero equipa 2 Caterpillar que dan 15 nudos.
Tras las pruebas y la formación del voluntariado, la Cruz Roja del Mar formaliza un contrato para la adquisición de tres lanchas de salvamento tipo Gran Canot con la Société Francaise de C.N. La construcción corre a cargo de Chantiers Navals Franco-Bèlges en Villeneuve-la-Garenne, a orillas del parisino Sena. Desde el 21 de abril de 1971 son varias las unidades botadas de su diseño clase Commandant Gaudin.