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Tres meses de cárcel para un furtivo por atentar contra un policía en una playa de Boiro: «Como me saques o sacho, féndocho na cabeza»

SOMOS MAR

Agentes de la Policía Autonómica, en un operativo en Barbanza
Agentes de la Policía Autonómica, en un operativo en Barbanza MARCOS CREO

Los hechos ocurrieron en marzo del 2014, cuando dos agentes lo redujeron y detuvieron

02 ago 2022 . Actualizado a las 15:05 h.

La sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago, ha condenado a tres meses de cárcel por un delito de atentado a un furtivo que, tras ser interceptado por dos agentes de la Policía Autonómica en marzo del 2014, intimidó a uno de ellos con una azada y le dijo que «como me saques o sacho, féndocho na cabeza». El tribunal ha tenido en cuenta la atenuante de dilaciones indebidas, y lo ha absuelto de los delitos de amenazas y lesiones de los que también estaba acusado. Deberá abonar una indemnización a uno de los agentes que intervinieron de 380 euros. 

Los magistrados relataron en la sentencia que los dos agentes llegaron al arenal para un servicio de prevención del marisqueo furtivo. Una vez en el lugar, requirieron al furtivo que dejara el marisco y no lo tirara al mar, ante lo que «el condenado hizo caso omiso, por lo que el policía lo agarró del brazo para impedirlo». Según la sentencia, el furtivo alzó contra el funcionario la azada, al tiempo que le dijo el citado «como me saques o sacho, féndocho na cabeza»

Según el tribunal, el agente lo golpeó con su defensa reglamentaria para que soltase la herramienta, forcejeando hasta que llegó el otro agente, que lo agarró por el cuello y un brazo, reduciéndolo y esposándolo. En la intervención, consecuencia de la fuerza que tuvo que ejercer contra el acusado, uno de los funcionarios sufrió un esguince en el hombro y el codo izquierdo

Más daños

El condenado también sufrió una contusión en el costado izquierdo, la fractura del último molar inferior derecho, y una contusión y una herida superficial en el mentón. La Sala estima que la versión del furtivo no es verosímil, ya que afirmó que le habían dado una paliza con las porras, pero que ese relato no correspondía con los partes médicos. 

La Audiencia concluye en la resolución que la prueba practicada permite considerar enervada la presunción de inocencia del acusado «en cuanto a la intimidación grave y resistencia activa que resultan de las declaraciones de los agentes, de las mismas declaraciones del investigado, de la incautación como pieza del utensilio y de los partes médicos. Contra el fallo cabe presentar recurso.