El capitán de la Guardia Civil del Mar de Viveiro, José Juan Rodríguez Rodríguez, acaba de colaborar en un proyecto para mejorar la seguridad marítima del país africano
25 feb 2023 . Actualizado a las 20:06 h.Lo local y lo global van de la mano, y las experiencias que vive a diario el capitán José Juan Rodríguez Rodríguez (O Corgo, 1951) al frente de la Guardia Civil del Mar en Viveiro le ayudan a interpretar y poner en valor lo que ocurre en otros lugares del planeta en los que ha participado en misiones humanitarias o de colaboración internacional; y viceversa. Kosovo, Senegal, Guinea-Bisáu, Cabo Verde o Italia son algunos de ellos. El más reciente, Mauritania, un país africano con el que España en general, y Galicia en particular, estrechan lazos en cuestiones tan profundas y delicadas como la inmigración o la pesca. «En Mauritania hai moita pesca, pero velos como traballan e é todo a base de forza bruta porque non teñen medios; e os xendarmes non están mellor. Traballan sen descanso», comenta un agente de la Benemérita que actualmente dirige una plantilla de 21 guardias civiles (deberían ser 27, según el catálogo, pero hay 6 vacantes).
En total, cubren algo más de 120 millas náuticas velando por la seguridad en el mar en el tramo de costa comprendido entre el municipio mariñano de Ribadeo y Punta Candieira, en el coruñés de Cedeira.
Niños descalzos
A principios del 2023, José Juan Rodríguez viajó con otro guardia civil a Nouadhibou, la segunda ciudad más grande de Mauritania (tiene alrededor de 118.000 habitantes) y centro comercial y económico del país, para desarrollar un proyecto de formación con la gendarmería local para la mejora de la seguridad marítima. «Ves o porto con miles de caiucos de madeira nos que van 15 ou 20 homes que suben as redes co peixe tirando, os nenos andan descalzos e non teñen xoguetes..., e a Xendarmería e os gardacostas tampouco teñen medios», describe. Y precisa que, en esta misión, España dotó a los equipos de seguridad mauritanos de equipamientos tan básicos como un rádar, equipamientos de comunicación VHF para llamadas y tráfico de socorro durante la navegación, tecnología VTS para el control de tráfico marítimo o un programa para realizar el cálculo de derivas y dos embarcaciones. «Cando ves esas cousas, a precaridade que hai noutros lugares, pensas: ‘Que sorte teño de vivir onde vivo!’», manifiesta un profesional al que le gusta abandonar de vez en cuando su zona de confort para conocer otras realidades y continuar formándose para dar el mejor servicio al ciudadano.
Colaboró en el rescate en el mar en Italia de cientos de inmigrantes libios que huían
«Ás veces, os gobernantes perden a perspectiva do que é o noso traballo», lamenta el capitán de la Guardia Civil del Mar José Juan Rodríguez Rodríguez. Y lo dice un profesional que ha sentido en primera persona la satisfacción de lo que supone salvar una vida, puesto que colaboró en Italia en el rescate en el mar de cientos de inmigrantes libios que huían de la guerra en su país. El momento más duro, pero también el más agradecido, llegó tras una jornada extenuante. «O centro de coordinación de Roma déranos as coordenadas dunha embarcación que estaba á deriva, a piques de afundirse. Nese momento levábamos xa 300 persoas rescatadas, o barco estaba cargado, pero cando nos avisaron fomos e logramos sacar do mar a outras 90 personas. No noso traballo non hai mellor imaxe ca esa. Salvar vidas é o máis gratificante que ten o noso traballo», dice.
La ciudad pesquera y comercial más importante
El capitán José Juan Rodríguez, en las imágenes, coordinó recientemente un programa de formación para ayudar a la gendarmería de Mauritania a controlar de forma eficas embarcaciones, entre otros.
