Patrocinado porPatrocinado por

Percebes, ostras, vieiras, pulpo... Un menú de ministro bajo las carpas de degustación

Leticia Castro REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Leticia Castro

Félix Bolaños visitó el recinto de la Festa do Marisco y comprobó la calidad del producto que en él se despacha

06 oct 2024 . Actualizado a las 18:21 h.

Quien tampoco quiso perderse la cita gastronómica por excelencia de O Grove fue Félix Bolaños, ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, que visitó las carpas acompañado por Pedro Blanco, el delegado del Gobierno en Galicia. Aprovechando su presencia en el Foro La Toja, el socialista se acercó a la localidad para conocer de cerca la fiesta, en la que por cierto, nunca había estado según confesó en unas declaraciones ante los micrófonos.

Bolaños había estado ya en el municipio de vacaciones hace algunos años, según dijo, y había escuchado hablar mucho del evento, por eso tenía ganas de asistir a él y comprobar por sí mismo sus excelencias, poder dar fe de ese sabor del que tanto se habla... Y así fue. Preguntado por su marisco favorito, no lo dudó al responder, «las navajas», confesó antes de tener la oportunidad de catar ninguna de las raciones que se sirven en el recinto.

Varios miembros de la corporación meca, tanto del gobierno como de la oposición, encabezados por el alcalde Jose Cacabelos, lo acompañaron por la carpa degustación para mostrarle la zona en la que se cocina el producto del producto, sobre todo del que se encarga el propio Concello, que luce al final de este efímero espacio gastronómico.

Tras el paseo de rigor al que se suele llevar a las autoridades, Bolaños pudo degustar en una de las mesas un buen surtido de percebes, ostras, vieiras, camarón, pulpo, empanada variada, almejas a la marinera, mejillones e incluso cangrejo real. Variedad de la que disfrutó como el mismo entusiasmo que el resto de asistentes a las carpas.

La de Bolaños fue una estancia breve pero bien aprovechada. Muchos de los comensales lo paraban para charlar un rato y hacerse selfies o instantáneas con él, pues no todos los días se encuentra uno con un ministro, algo a lo que se prestó encantado, todo hay que decirlo. No tuvo demasiado tiempo para departir sobre ningún asunto; ya lo había hecho antes en A Toxa. Además tenía que coger un vuelo que le impedía hacer sobremesa con los compañeros de partido, pero tras deleitar al paladar confesaba que le daba pena abandonar el festín. «Si por mi fuera, ya no me iría», bromeaba haciendo un guiño a la cita grovense, a la que quizás vuelva, ya que el marisco de O Grove parecía haberle conquistado.