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Planas confía en no tener que recurrir al bloqueo contra el plan del Mediterráneo

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Pablo Garrigós | EFE

Trabaja con Francia e Italia en una alternativa técnica a la de Bruselas

10 dic 2024 . Actualizado a las 14:30 h.

«Salvo los chiringuitos de playa, dudo que haya alguna actividad empresarial que se pueda mantener con cien días de trabajo», apuntaba la semana pasada Basilio Otero, presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP) en un debate en el Congreso sobre los criterios de reparto de cuotas. Porque cien días es lo que este año tenían asignados algunos barcos del Mediterráneo. Y si con cien días de pesca es difícil mantener una empresa, con 27 ya es imposible. Ni tratándose de un chiringuito de playa.

Eso es lo que los ministros de Pesca de España, Italia y Francia tratan de hacer ver a la Comisión Europea: que es necesario un equilibrio entre la sostenibilidad y rentabilidad. Y desde el punto de vista económico, la propuesta de la Comisión Europea es «un disparate», subrayó ayer el español Luis Planas antes de empezar los debates en el Consejo de Ministros de la UE. Una reunión a la que Galicia y el Cantábrico acuden relativamente tranquilas y en la que todo el foco está puesto en el Mediterráneo y la forma de revertir una propuesta sin tener que recurrir a una minoría de bloqueo.

Bruselas se aferra al reglamento de la política común de pesca (PCP) y su imperativo de tener los stocks en el rendimiento máximo sostenible (RMS) para proponer un recorte del 79 % en los días de pesca para el 2025. Sin tener en cuenta que la flota ya acumula un tajo del 40 % en los últimos años. Pero pasa por alto que esa misma norma mira la sostenibilidad desde otras dos perspectivas aparte de la biológica: la social y la económica. Y en ese aspecto «el impacto es altísimo». «España no va a aceptar ningún resultado desfavorable para los intereses de nuestros pescadores», manifestó rotundo Planas, que aseguró «comprender la frustración» del sector y de las comunidades autónomas afectadas, cuyos representantes se han desplazado a Bruselas. Allí también está el conselleiro de Mar, Alfonso Villares.

Propuesta incomprensible

Una propuesta todavía más incomprensible si se atiende a lo que la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha venido diciendo en sus declaraciones y trasladado en sus cartas de misión a los comisarios insistiendo en la necesidad de llegar a acuerdos con los representantes del sector primario. En ese espíritu no encaja una propuesta «radical y desenfocada» que obvia todo lo conseguido incluso desde el punto de vista biológico. «La pesca no es el único problema que tiene el Mediterráneo» ni se puede pretender «solucionar todos los problemas de sostenibilidad en un año», apuntó Planas. El ministro subrayó que planteamientos como el realizado para la pesca del Mediterráneo es lo que provoca que se vea a la Unión Europea como un problema y no como la solución. Hay que trabajar por la sostenibilidad con el sector, no frente a él», remarcó. Planas no concretó qué porcentaje de recorte sería asumible para el Mediterráneo y señaló que Francia, Italia y España están trabajando con la presidencia húngara para presentar una alternativa basada más «en vedas y de exclusión de zonas de pesca que han tenido un resultado positivo». Confía en que esa alianza sea suficiente para frenar con medidas técnicas una propuesta que acabaría con muchos puertos y lonjas del Mediterráneo, aunque no descarta si es necesario activar una minoría de bloqueo que está convencido que tendría, porque Italia, España y Francia «suscitan muchas simpatías».

Los ministros dieron el visto bueno a las cuotas pactadas con el Reino Unido para los stocks que comparten en Gran Sol. Incluyen un recorte del 20 % para la merluza.