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Kadis asegura que la pesca y la acuicultura estarán en el centro del Pacto de los Océanos

E. A. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

OLIVIER HOSLET | EFE

Asume que, tras la revisión de la política común de pesca, habrá que abordar deficiencias «a través de iniciativas legislativas»

20 feb 2025 . Actualizado a las 22:46 h.

Después de cinco años acostumbrados a un comisario —el lituano Virginijus Sinkeviciusque anteponía toda cuestión medioambiental que hubiera a los aspectos socioeconómicos de la pesca sin siquiera medir el impacto de la misma (ahí están las 87 vedas en el Atlántico) escuchar hablar de un Pacto de los Océanos, el proyecto con mayúscula que la presidenta Ursula Von der Leyen encargó al nuevo comisario de Pesca y Océanos causa, cuando menos, arrepíos al sector. Y entre los eurodiputados de la Comisión de Pesca de la Eurocámara no iba a ser distinto, al menos entre los gallegos. Por eso en la que fue la primera comparecencia del chipriota Costas Kadis ya con el timón de Pesca en las manos en ese foro estuvo trufada de preguntas sobre ese instrumento que la Comisión pretende llevar a la próxima cumbre de los océanos de la ONU, que será en Niza del 9 al 13 de junio. ¿Cómo se financiará? ¿Contará con los pescadores y acuicultores? ¿Se los sacrificará en favor del petróleo, la minería o el turismo?

Kadis afirmó que la «acuicultura y la pesca estarán en el centro del Pacto de los Océanos y con la importancia que se merecen». A ese instrumento se le dará «un enfoque horizontal en el que los pescadores estarán en el eje», pero partiendo de la base de que deben ser sostenibles y «si se quiere que prosperen en el futuro, ambos sectores deben desarrollarse en un entorno saludable. Y eso es lo que persigue el pacto que han encargado a Kadis que, además, hará todo lo «posible para ratificar» el Tratado de los Océanos, como se conoce al BBNJ, siglas en inglés del Acuerdo sobre la Conservación de la Biodiversidad Marina más allá de las Jurisdicciones Nacionales, que, con la necesaria cooperación en el marco de las organizaciones regionales de pesca (ORP), permitirán un modelo de gobernanza oceánica que facilitará unos mares saludables en los que se podrá sacar todo el potencial de la economía azul.

Hasta el 5 de marzo está abierta la consulta en la que todos pueden realizar aportaciones y hoy se celebra un diálogo de alto nivel para tratar de unificar todas las políticas en materia de océanos para lograr algo coherente que reafirme el compromiso de conservación oceánica».

Algo que hacer con los descartes

Otro de los retos de su cartera es la evaluación de la política común de pesca (PCP) y su reglamento. Toca revisar 11 años de aplicación y para ello estará abierta hasta abril una consulta en la que Kadis espera «con amplia participación». El comisario da prácticamente por hecho que tras ese proceso habrá que abordar deficiencias y que habrá que hacerlo, posiblemente, «a través de iniciativas legislativas», también para equilibrar las tres vertientes de la sostenibilidad: ambiental, económica y social. Entre los aspectos que, sin duda, habrá que revisar está la obligación de desembarque (OD), pero sin perder de vista que es preciso reducir «el volumen tan elevado de peces que se devuelven al mar». Habrá que «encontrar la manera de limitar esas capturas no deseadas» y analizar «qué solución se le puede dar a tal desafío».

Los eurodiputados también confesaron su inquietud por la entrada en vigor (escalonada) del reglamento de Control Pesquero. En este aspecto, Kadis señaló que mantendrá tolerancia cero contra la pesca ilegal, resaltando, además, la importancia de la medida que se prepara para parar los pies a los países que no ejercen una pesca sostenible. Resaltó asimismo lo que las medidas que trae aquel reglamento supondrán para reducir la burocracia, algo en lo que incidieron desde la Comisión de Pesca, pues «la digitalización siempre resta burocracia».

Análisis para reducir papeleo

Y no solo eso. El comisario expuso que ha encargado a la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca (DG Mare) un «plan en el que se analice dónde se puede reducir carga administrativa y eliminar papeleo en todas las políticas de su competencia».

Otra preocupación de los eurodiputados, que justo lo habían debatido esa misma mañana (el miércoles pasado), es el reparto de las posibilidades de pesca entre segmentos de flotas. Consideran los eurodiputados que el artículo 17 de la PPC, ese que incluye criterios de reparto basados en el impacto en el medio o la creación de empleo, que beneficiaría a la bajura, no se aplica correctamente.

En este sentido, el chipriota señaló que su departamento está preparando un vademécum sobre la asignación de posibilidades de pesca que, cree —o al menos esa es la intención—, «ayudará a los Estados miembros a mejorar su sistema de reparto de cuotas».

El comisario regaló a los oídos de los eurodiputados la afirmación de que la pesca y la acuicultura son estratégicos para la seguridad alimentaria de la UE y la reforzó con el hecho de que en la Visión sobre la Agricultura y la Alimentación presentada ese mismo miércoles por la Comisión incluye a la pesca como fuente ineludible de provisión de proteínas para el sustento de Europa.

Hay muchos retos por delante, sí. Ahora bien, Kadis discrepó de la visión catastrofista que se presenta sobre la pesca y los pescadores. Al contrario, «la inmensa mayoría de los profesionales de la pesca ganan dinero». Y lo hacen con una pesca sostenible, al menos en el caso del 80 %, que es el porcentaje de desembarcos de producto capturado de forma sostenible.

¿Energía nuclear para propulsar los pesqueros?

La transición energética para cumplir con el calendario de descarbonización trae de cabeza a la flota. El comisario es consciente del reto, pero hay que seguir una hoja de ruta y dar forma a la estrategia de descarbonización. Un camino que, posiblemente, requiera cambiar el concepto de capacidad del barco y recoger esos GT sociales que reclamaron los eurodiputados y que Kadis es consciente que contribuirían a modernizar la flota.

Qué vía se tomará para llegar a la neutralidad carbónica en el 2050 aún no está clara y por eso ensalzó la iniciativa del Parlamento Europeo de destinar 2,2 millones de euros a un proyecto para testar en buques pesqueros tecnología que para lograr una pesca con menos emisiones.

¿Podría ser la energía nuclear una solución? Lo planteó un eurodiputado holandés, señalando que no se trata de instalar una central nuclear en cada barco, pero sí de explorar esa posibilidad. Le echó un capote otro político de su país que llamó a no cerrar las puertas a ninguna tecnología, evocando así la fuerte oposición que hubo a la pesca de arrastre con electricidad, probada de forma experimental en los Países Bajos y prohibida tajantemente después por la UE.

Kadis logró escabullirse señalando que testar la energía nuclear u otra no es una competencia de su cartera. «Existe la posibilidad de usarla, pero ahora lo que hay que decir es que existe una hoja de ruta para la transición energética, que se está buscando la mejor solución para la flota y con toda esa información seguro que se tomará la decisión adecuada de cara a la descarbonización», zanjó.