Los científicos analizan por primera vez el impacto de las nasas en el lecho marino
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Un equipo multidisciplinar del IEO zarpó de Santander en el Ángeles Alvariño para analizar los fondos frente a Cantabria y medir el impacto de la pesca artesanal
08 may 2025 . Actualizado a las 04:45 h.Un equipo multidisciplinar del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) zarpó a finales del mes pasado del puerto de Santander a bordo del buque oceanográfico Ángeles Alvariño para iniciar la campaña de investigación Socava-Imnasha, que se desarrollará a lo largo de 18 días y estudiará los fondos marinos frente a la costa cántabra, al tiempo que medirá el impacto de la pesca artesanal.
Con avanzada tecnología de grabación de imágenes submarinas, el personal científico lleva a cabo un «exhaustivo» monitoreo del estado ambiental de los fondos situados entre el cabo de Ajo y el bajo de Castro Verde, frente a las costas de Castro-Urdiales, y analiza por primera vez el impacto de las nasas sobre el lecho marino.
En la primera parte del estudio, denominada Socava, el equipo está analizando los valores naturales de tres espacios marinos (Sonabia, Castro Verde y Ajo) con el fin de identificar áreas de alto valor ecológico que puedan contribuir a completar la Red Natura 2000 de ámbito marino española.
En la segunda fase, Imnasha, los trabajos se centrarán en estudiar la interacción de las nasas de pesca con los hábitats marinos, gracias a la colaboración de un barco de pesca procedente del puerto de Santoña que operará de forma coordinada con el Ángeles Alvariño.
El investigador del Centro Oceanográfico de Santander (IEO-CSIC) y jefe de campaña, Antonio Punzón, ha destacado que «los resultados ayudarán a mejorar el conocimiento de los hábitats bentónicos del litoral cántabro, una región caracterizada por ser la más estrecha de la plataforma continental del norte peninsular, lo que provoca que los fondos profundos y circalitorales se junten en un espacio muy reducido, generando un intenso gradiente ambiental». Además, señala que «el estudio del comportamiento y las interacciones de las nasas permitirá comprender mejor el impacto real de este arte de pesca, considerado de bajo impacto ambiental».
Durante los trabajos se está utilizando tecnología de vanguardia que permite alcanzar profundidades de hasta 800 metros y documentar hábitats nunca antes explorados en esta zona, ha informado el IEO en nota de prensa.
Las campañas se enmarcan en el proyecto Biodiv. Asesoramiento científico-técnico para el seguimiento de la biodiversidad marina: espacios y especies marinos protegidos de competencia estatal (2022-2025), financiado por la Unión Europea.