Aunque Fin de Año no tiene el tirón de Nochebuena, los precios se mantienen más o menos igual y los placeros satisfechos con una campaña de ventas que ha superado sus expectativas
28 dic 2024 . Actualizado a las 10:00 h.Lo dicen en los puestos de A Coruña y en el mercado de Santiago. Fin de Año, nada que ver con Nochebuena. Cada vez menos. Se imponen las cenas-baile y cotillones. El marisco, el pescado y la carne se comen más en restaurantes y salas de fiestas. Fuera de casa en todo caso. Y, sin embargo, los precios apenas han sufrido variaciones. Al alza, si acaso. Sobre todo en el caso de la almeja. «Está todo más o menos igual que antes de Navidad, salvo la almeja, que subió un par de euros. La babosa extra escogida está a 48 euros el kilo y si la preparas son una salsita ligera de cebollita pochada, albariño, pimentón y laurel no le hace falta más, porque la babosa hace todo el trabajo», explica Mónica Mella desde su puesto del mercado de la plaza de Lugo, en A Coruña.
Mención aparte merece la centolla, que se disparó al poco de abrirse la campaña y así siguió. Sin apearse. «Coas centolas a xente volveuse tola. Mercaron un montón en novembro porque estaban a 20 euros e agora xa chegan 45 e a 50», dice María, de Pescaderías André, en el mercado de O Calvario, en Vigo. Señala que esta semana está siendo «moito mellor do que esperabamos», algo en lo que coincide Alberto, de la carnicería Bricar, que se alegra «de que la campaña vaya mejor de lo que parecía».
Y así debe ser porque a kilómetros de distancia, en el mercado de Ribeira, Manuela Pardavila, al frente de Mariscos Bomar, subrayaba que las ventas están siendo buenas. Y un poco más al sur, en Vilagarcía, las placeras aseguraban que no había ido nada mal. «La verdad es que se vendió de maravilla», cuenta Rosi, que tiene siempre un puesto bien provisto de los mejores pescados. Asegura que la gente que acude al mercado durante todo el año no falla en estas fechas, y que se les suma además quien «tiene un compromiso y quiere quedar bien».
Tania, que tiene un puesto especializado en la venta de mariscos, reconoce que en la plaza ha tenido muchas ventas. Pero, además, atiende numerosos encargos que le llegan de todo el territorio nacional. «Tengo clientes a los que no he visto en mi vida; el boca a boca funciona mucho en este sector, gente que habla bien de ti a sus conocidos y te acaban llegando pedidos desde Albacete».
Pedidos en Santiago
En la plaza de abastos de Santiago contaban con cerrar mañana los encargos que llegan desde fuera para poder ser enviados por mensajería urgente y especial el mismo lunes, con el fin de que llegue a destino el martes 31 de diciembre. Con todo, no esperan que estos encargos alcancen el nivel de las jornadas de Nochebuena y Navidad, pues cada año se percibe un descenso en las ventas para la cena de Fin de Año, dado que cada vez son más los que celebran esta fiesta en restaurantes y salas de fiestas.
Ayer, la oferta fue escasa e incluso faltaron algunos productos, como las cigalas y varios pescados típicos, como el rodaballo. Tampoco había mucha cantidad de nécoras ni vieiras gallegas. El movimiento de compras era escaso y el público que había eran, sobre todo, clientes para el día a día. Se espera que hoy y especialmente el lunes, aumente la afluencia al mercado de abastos.
Día de transición en Ferrol
En Ferrol también era ayer jornada de transición entre una semana normal y Fin de Año. en el mercado de A Magdalena había bastantes puestos cerrados. Los placeros coinciden en que la mayoría de clientes que pasaron por la plaza lo hacen buscando producto para el día, ya que para la noche del 31 y Año Nuevo está todo «encargado» o «comprado» con anterioridad y «congelado». «Nosotros ya lo tenemos todo, venimos a comprar choupa y anilla de calamar para comer hoy», comentan Beatriz Soto y Francisco Silvent. La noche de Fin de Año serán quince en casa con hijos y nietos con un menú con vieiras, pulpo y carne asada. «Tantos juntos se pasa muy bien, pero el bolsillo se resiente... Hay que mirar bien, adelantarse y congelar», explican.
¿Cuál será el producto estrella de la cena de Noche Vieja en Ferrol? «La almeja», coinciden sin titubeos todos los placeros. «Es socorrida, contundente y gusta a todo el mundo», valora Rocío, de Peixes Niki. Destaca su calidad frente a otros mariscos y crustáceos con los que «te la juegas más» como la centolla. Y su precio, aunque más caro de lo habitual, no se ha desbocado. Ayer se vendió en Ferrol entre 39 y 48 euros. También apunta al cotizado camarón José, del puesto Mari Carmen y León, y a los pescados de horno como la lubina Manuel, de Pescados Lano.
Así que el movimiento se espera para hoy o ya para el martes. Por eso Manoli Martínez, vendedora en la plaza de Noia, ayer tenía mucho pescado a la venta, pero apenas marisco: «Traereino na véspera do 31, porque a xente que non o mercou antes, agora xa espera ao día». Admite que «os prezos están desorbitados».
En la Costa da Morte
La primera gran subasta tras la resaca de Nochebuena y Navidad se ha saldado con una estabilidad en los precios de los principales mariscos y pescados típicos de estas fechas. En la plaza de abastos de Carballo hubo prácticamente de todo, después de la gran escasez de producto de este jueves como consecuencia, en gran medida, de que la mayor parte de la flota arsenal de la Costa da Morte quedó amarrada. La mayoría de los armadores tienen en mente aprovisionar los principales recintos de subastas con mercancía fresca para las pujas de hoy, sábado, y, sobre todo, las del lunes y el martes, donde los subastadores vaticinan un último arreón de compraventas por parte de grandes cadenas, mayoristas y minoristas pensando en el fin de año.
Los camarones fueron ayer a 180 euros el kilo en la plaza de Carballo. Fue, sin duda, el marisco estrella en este arranque de la segunda fase de la campaña navideña. Las cigalas fueron a 110 y los percebes de la comarca se vendieron a 90. Las centollas, otro de los productos más demandados por hosteleros y particulares, salieron a la venta a 45 euros el kilo. La almeja babosa, otro de los grandes alicientes navideños, fue a 40 euros, y el berberecho, a 20. En lo que a pescado se refiere, el rodaballo y el besugo se movieron en los 45 euros, unos guarismos muy similares a los alcanzados en la previa de Nochebuena.
En la jornada de ayer predominaron las preguntas sobre precios y si los placeros se iban a hacer acopio de más marisco y pescado con la esperanza de que las cotizaciones caigan a última hora del martes. Otros optaron directamente por las reservas anticipadas. Sobre todo restaurantes, que no quieren quedarse sin pescado ni marisco con vistas a las comidas y cenas del 31 de diciembre y del 1 de enero.
En lo que se refiere a la carne, los valores de los principales productos navideños se mantienen muy estables con respecto a hace una semana. No están sometidos a los vaivenes que sí sufren el marisco o el pescado. Lo que apuntaron ayer en el mercado carballés es que empieza a escasear determinados artículos, como el cordero lechal, el cordero o el cabrito, debido a la elevada demanda y a la escasez de suministro por parte de mataderos y otros intermediarios.
La uva sin semilla de Perú y Sudáfrica parece imponerse a la de Vinalopó
«No ha sido un año de mucha uva en España, pero no hay escasez. Todo el mundo tendrá». El presidente de los placeros de Elviña, Leonardo Tomé, habla de la fruta estrella de la Nochevieja, de la que cada vez se ven más variedades en las fruterías. En su puesto hay tres tipos: la clásica aledo, la famosa reina de Vinalopó, que va a 5,50 euros el kilo; la de importación sin semilla a 7,95 euros, y unos paquetitos con las doce uvas numeradas a 2,60 euros la unidad. «El año pasado, por primera vez, se vendió más de la sin semilla, que viene de Sudáfrica o Perú, que de la de aquí, y parece que la tendencia seguirá. La comodidad manda», explicó.
Más allá de las uvas, el pavo o la pularda son otras de las estrellas de las cenas caseras de la última noche del año. Aunque Juana Gómez, que regenta un puesto en la plaza de Ribeira, señala que la demanda para este día es menor que en Nochebuena debido a que mucha gente cena fuera, desde las carnicerías consultadas en las principales ciudades gallegas animan a reservar para evitar problemas a la hora de encontrar productos como el famoso capón. Pero es que, como explican desde el mercado de Carballo, hay productos que empiezan a escasear. Sobre todo el cordero lechal, el cordero o el cabrito, como ocurrió en Nochebuena, tanto de este año como del anterior. Lo que tampoco se encuentra es la caza.