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La flota teme que Rusia venda abadejo sin aranceles en la UE y no ve necesario primar merluza de China

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Imagen de archivo de lomos de atún en una conservera
Imagen de archivo de lomos de atún en una conservera SIMÓN BALVÍS

Aboga por equilibrar la demanda de los procesadores con un «valor justo» para el pescado comunitario, también con los lomos de atún

31 oct 2023 . Actualizado a las 04:50 h.

Al tiempo que la flota de la Unión Europea (UE) mengua, «se ha intensificado la dependencia de las importaciones para satisfacer su demanda de productos de la pesca», reconoce el Consejo Europeo. Cuando los ciudadanos de los Veintisiete compran en el exterior siete de cada diez pescados que consumen, la UE se propone que la producción propia «no se vea comprometida» y, al mismo tiempo, «garantizar un suministro adecuado». Esto último lo intenta librando de aranceles (impuestos aduaneros) ciertas cantidades de determinadas especies. Ahora que se negocian, la flota advierte a la Comisión Europea que Rusia podría introducir abadejo de Alaska a través de terceros, y no cree «necesario» beneficiar a China con la merluza del Pacífico o Argentina.

«Permitir que los productos importados compitan con los de la UE no es aceptable cuando se hace bajar los precios del pescado de la UE y se obstaculiza la rentabilidad del sector», argumentan Javier Garat y Esben Sverdrup-Jensen, respectivos presidentes de la Asociación de Organizaciones de Empresas Pesqueras de la Unión Europea (Europêche) y de la Asociación Europea de Organizaciones de Productores de Pescado (Eapo). 

«Valor justo» para el europeo

Solicitándoles una reunión, se lo dicen a Virginijus Sinkevicius, eurocomisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, y a Charlina Vitcheva, directora general de Asuntos Marítimos y Pesca. Una misiva donde dejan constancia de que las exenciones arancelarias deben diseñarse «encontrando un equilibrio entre mantener la capacidad operativa» de los procesadores europeos de productos del mar y procurando que los de la flota comunitaria «puedan comercializarse en su valor justo».

A raíz de la guerra en Ucrania, la UE decidió sancionarla negándole la exención de impuestos aduaneros al pescado de Rusia o Bielorrusia. Son rusos siete de cada diez abadejos de Alaska que entran en el mercado comunitario, recuerdan Garat y Sverdrup. Mantener las 340.000 toneladas anuales de esa especie podría dar lugar a que procediesen de Rusia, «a través de una puerta trasera», en traducción automática de su carta. Por ejemplo, procesándolos en países como Noruega o China. Dicho eso, se declaran favorables a ofrecer a los procesadores comunitarios «contingentes compensatorios».

Por el impacto de la guerra en Ucrania en la comercialización de merluza del Pacífico y Argentina, Europêche y Eapo coinciden en que no es necesario permitir que la UE importe sin aranceles 110.000 toneladas de esas especies. Entre otras razones porque esa cantidad «beneficia principalmente a la producción china». 

«Distorsión» del atún asiático

China, Indonesia, Tailandia y Vietnam venden en el mercado comunitario el 98 % de las 35.000 toneladas anuales de lomos de atún libre de impuestos aduaneros. Se agotan en cuatro días, una «entrada masiva de pescado de bajos estándares y bajo valor que crea una distorsión de precios, impidiendo que la flota de la UE pueda vender sus productos en la UE a un precio justo».