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El futuro de la fachada marítima de A Coruña: ¿Qué pasará con la Lonja?

Ana González Núñez
Ana González A CORUÑA / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

MARCOS MÍGUEZ

Las capturas de pescado se redujeron un 40 % en diez años y los empleos cayeron un 15 % desde la pandemia por falta de relevo generacional. Los cruceros siguen llegando al centro de ciudades que fueron rediseñadas

02 jun 2024 . Actualizado a las 04:46 h.

El futuro de la fachada marítima de A Coruña da pasos hacia adelante, pero con muchos interrogantes por resolver todavía. El protocolo firmado la semana pasada por las Administraciones implicadas habla de estudiar la reordenación de los espacios portuarios interiores, un asunto pendiente desde hace 20 años. Desde entonces, algunos urbanistas y paisajistas han propuesto el traslado de la Lonja, situada en el céntrico muelle de Linares Rivas, a la dársena pesquera de Oza, pero la realidad es que este lugar se queda pequeño para ubicar todo el tejido que rodea a la pesca en la ciudad de A Coruña, que no es insignificante. También se ha planteado la posibilidad de que el comercio de pescado conviva en el mismo edificio con restaurantes en los que degustar sus productos.

La Lonja de la Coruña, S. A. tiene una concesión de 20.877 metros cuadrados en el muelle de Linares Rivas, que fue prorrogada recientemente hasta el 2029 y podría ser alargada cinco años más, hasta el 2034, según lo decidió el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de A Coruña el pasado mes de febrero. Pero el negocio que rodea a la pesca es mucho más. A lo largo de los muelles interiores de A Coruña se sitúan «unas 130 empresas» mayoristas, dedicadas a llevar el pescado «a lo largo y ancho de España y a otros países», explica Ramón Barba, presidente de la Asociación de Exportadores de Pescado y Marisco de A Coruña. Algunas de estas firmas usan los almacenes de A Palloza, otras están en las salas del propio edificio de la Lonja y las mayores ocupan grandes superficies en San Diego. Barba recuerda que son muchos los sectores que viven de la pesca: marineros, placeras, firmas de efectos navales, compañías de porexpán, transportistas, mecánicos...».

Eso sí, el volumen de trabajo no es lo que era. «La falta de relevo generacional» es el que cita el presidente de los exportadores como principal problema del sector. «La actividad baja o se desplaza, porque algún barcos se venden porque no tienen gente y acaban en Namibia», asegura Barba. El presidente de la Lonja, Juan Carlos Corrás, lamenta también «el declive de las cuotas». Durante años sufrieron la reducción en el porcentaje de asignación de la merluza que marca Europa y ahora padecen la misma situación con el jurel. Se unen a estas dolencias el encarecimiento de los combustibles y el cambio climático.

2.000 usuarios diarios

Por todo ello, Corrás calcula que el empleo cayó sobre un 15 % desde la pandemia y un 40 %, aproximadamente, desde el año 2008. En estos momentos, estima, los empleos directos son sobre 3.000 (armadores, personal de la Lonja y barcos), que se elevan a 10.000 si se suman los indirectos. Cada día acuden al comercio de pescado 2.000 personas, de las que 800 son compradores.

Mientras, la delicada situación del sector se puede ver también en los datos de capturas registrados en los últimos años y extraídos de las correspondientes memorias anuales de la Autoridad Portuaria. En kilos, el peso del pescado fresco llegado a la Lonja disminuyó un 40 % en diez años, pues en el 2013 eran 45.481 toneladas y el 2023 la mercancía arrojaba un peso de 27.229 toneladas. El valor en primera compra bajó en esos años un 28,6 % y se situó el año pasado en 67,5 millones de euros. En la gráfica se observa que desde el 2017 los datos fueron en descenso.

MARCOS MÍGUEZ

Varias propuestas sobre la fachada marítima plantearon el traslado de la Lonja a la zona de Oza. Para la paisajista Isabel Aguirre, «el uso de lonja debería trasladarse al puerto pesquero». Como tiene unas dimensiones reducidas, es posible que se trate de aprovechar el muelle petrolero para reubicar el edificio, después de que se marche Repsol en el 2027. También se plantea la posibilidad de combinar el mercado de pescado con restaurantes en los que degustar los productos del mar, como sucede en otras ciudades como Sídney, un importante centro turístico.

Las empresas implicadas piden que se las tenga en cuenta: «En el muelle de Oza no cabemos todos»

El posible traslado de la pesca es un proceso complejo y durará años, ya que hay muchas empresas vinculadas al sector. El presidente de la Autoridad Portuaria, Martín Fernández Prado, no quiso valorar en este momento «hipótesis sobre futuros desarrollos en los espacios portuarios». «En todo caso, el sector pesquero no perderá protagonismo, ni será perjudicado», prometió el presidente, que incidió en que las actividades portuarias que no se vayan a Langosteira seguirán en el puerto interior, pues «engloban a cientos de empresas y miles de puestos de trabajo».

«Un empleo en el mar genera siete en tierra», sostiene el presidente de la Asociación de Exportadores de Pescado y Marisco de A Coruña, Ramón Barba, quien asegura que las Administraciones no están teniendo en cuenta al sector de los mayoristas y pide que se les informe. «En Oza no cabemos todos», advierte.

MARCOS MÍGUEZ

Incertidumbre

Por su parte, el presidente de la Lonja, Juan Carlos Corrás, precisó que su sociedad «no está sometida a ningún convenio» para un posible traslado, como se hizo en Calvo Sotelo sur y San Diego. Por eso su situación es diferente a la de muchas empresas relacionadas con la pesca que se ubican en el muelle de San Diego, que están sumidas en «una gran incertidumbre», pues sus concesiones finalizan en el año 2027, tal y como se pactó en los convenios del 2004, cuando la Autoridad Portuaria se comprometió a no hacer cesiones en esa zona portuaria más allá del mencionado año, en el que está previsto que Repsol traslade toda su operativa y deje libre el muelle petrolero. «Muchos usuarios están con autorizaciones en precario hasta el año 2027 y lo que buscamos es poder darles una estabilidad y una seguridad jurídica a futuro para que sepan que van a poder estar en un sitio un determinado tiempo, porque ahora mismo hay varias empresas en San Diego que no saben cuál va a ser su futuro inmediato», detalló.

«La Lonja y el sector pesquero vamos a seguir en el puerto de A Coruña. Somos una actividad estratégica de este puerto y de la ciudad. Hay muchísimas empresas operativas en el puerto, entre 500 y 600, y nuestro pensamiento es seguir operando aquí. A largo plazo de futuro no lo sé. Alguien hará un plan director», apuntó Corrás, quien pidió que las Administraciones cuenten con ellos y sean «transparentes».

Mientras, el presidente de la Asociación de Usuarios del Puerto de A Coruña (Ausport), Fernando Vidal, dice que no hay ningún plan para un posible traslado de la lonja. «Habrá que hacer un estudio de reubicación de espacios. El problema es quién va a pagar el coste de la lonja», señaló, y avanzó que se reunirán con los grupos municipales, que ya cuentan con ellos.