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Los cruceros siguen llegando al centro de ciudades que fueron rediseñadas

David García A CORUÑA / LA VOZ

SOMOS MAR

ANGEL MANSO

Su atraque en el corazón de la ciudad de A Coruña genera 30 millones de euros al año

02 jun 2024 . Actualizado a las 04:46 h.

El desafío que supone el rediseño de la fachada marítima de A Coruña está compuesto por múltiples piezas a las que hay que buscar un encaje y valorar su impacto en la ciudad. Una de estas está compuesta por los cruceros, una importante vía de llegada a la ciudad de unos turistas que generan un notable impacto económico.

Los cruceros atracan principalmente en el muelle de Trasatlánticos, aunque cuando se producen dobles o triples escalas se expanden por Calvo Sotelo y San Diego. La proximidad de la zona de atraque al centro es una de las ventajas con las que cuenta el puerto coruñés para atraer a estos colosos marítimos, que transportan a miles de personas que disponen de unas horas para visitar la ciudad, de ahí que cada minuto sea de gran valor.

Algunas de las ciudades europeas que afrontaron en las últimas décadas procesos similares al que lleva 20 años esperando A Coruña mantuvieron los puntos de atraque céntricos para los cruceros, sin que ello impidiese el rediseño de sus terrenos portuarios. Génova, Copenhague, Oslo, Ámsterdam o Róterdam son algunos de los ejemplos en los que se compatibilizaron ambas cuestiones y con buenos resultados, ya que actualmente son varios de los puertos referentes en este sector a nivel europeo. Como A Coruña, aprovechan la cercanía al corazón urbano como reclamo para las empresas. 

Gasto directo e indirecto

El impacto económico que este ámbito tiene en la ciudad se estima que es de unos 30 millones de euros al año. Parte de esta cantidad corresponde con el gasto directo que hacen los turistas y la tripulación en comercios, locales de hostelería o diferentes servicios, como el transporte. Además, lleva aparejado una importante actividad entre profesionales vinculados al puerto, como consignatarios, seguridad, avituallamiento o empresas de servicios. A todas ellas hay que sumarle los puestos de trabajo vinculados.

Por su repercusión y por ser una de las líneas de actuación del Puerto que mayor incremento refleja en los últimos años —para este ejercicio se esperan más de 150 escalas, incluidas las de algunos de los buques de mayor tamaño— ya hay diseñadas algunas mejoras que no supondrán grandes cambios en la fisonomía de los muelles, pero redundarán en una mejora del servicio que se ofrece.

Una es adaptar el muelle de Trasatlánticos al tamaño de los buques, cada vez de mayor eslora y tonelaje. Esto se completará con la instalación de un sistema de suministro eléctrico para que los cruceros apaguen sus motores auxiliares y no produzcan emisiones a la atmósfera desde el puerto. Las actuaciones también afectarán a la zona sur del muelle de Calvo Sotelo, la que mira hacia Linares Rivas. El hecho de que se utilice para recibir a algunos cruceros obliga a la Autoridad Portuaria a dotarlo de instalaciones para mejorar la atención a los visitantes.

«Queremos que las Administraciones cuenten con nosotros en el proceso»

La llegada de cruceros a la ciudad tiene detrás una amplia red de empresas y servicios involucrados y sus responsables quieren ser partícipes de la transformación de la fachada marítima. «Queremos que las Administraciones cuenten con nosotros, por ahora no lo han hecho», explica Luis del Moral, director de Rubine e Hijos, principal consignataria en la ciudad. «Lo que se haga en los muelles tiene que ser útil para todo el mundo, para la ciudad y para todo el que trabaja en el puerto», apunta Del Moral, que añade que «los cruceros son cada vez una parte más importante y hay que estudiar cómo se puede abordar esta cuestión».

En el 2025 se esperan más de 170 escalas que traerán a más de 400.000 pasajeros

La buena salud de la que goza el sector de los cruceros también se aprecia en A Coruña, que supera sus cifras históricas cada año desde que se levantaron las restricciones derivadas de la pandemia.

Las 130 escalas de trasatlánticos que hubo en el 2023 supusieron un nuevo hito para la dársena coruñesa, pero pronto se quedarán cortas porque para este año se esperan más de 150. Y si nada lo impide, se quedarán lejos de las 170 que hay ya confirmadas para el 2025.

Las gestiones realizadas en abril en la Seatrade Global de Miami, la mayor feria mundial del sector, permitieron reforzar la posición privilegiada del puerto coruñés, que desde hace años es el principal punto de atraque en toda la costa que discurre entre Lisboa (Portugal) y la Bretaña francesa. 

Leixões, principal competidor

El principal competidor del puerto coruñés es el de Leixões, que se encuentra en las inmediaciones de Oporto. Esta dársena prevé recibir durante el próximo año más de un centenar de escalas, una cifra superior a la que manejaba Vigo a principios de año, que eran 83.

Los trasatlánticos que arriban a la ciudad herculina habitualmente hacen recorridos que incluyen diversos puertos españoles, portugueses, franceses e ingleses, aunque hay algunos que también llegan más al norte, a países como Bélgica, Alemania o Dinamarca.

La llegada de este tipo de buques supone un impulso para la economía de la ciudad, sobre todo la asociada al turismo, y que cada vez es mayor. La previsión es que de los 350.000 pasajeros previstos para este año se pase el próximo a una cifra que rondará los 400.000 entre cruceristas y tripulantes.