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Paula Souto: «Descoñécense as propiedades de moita da materia prima mariña»

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Paula Souto, en las instalaciones de Jealsa Foods
Paula Souto, en las instalaciones de Jealsa Foods MARCOS CREO

Trabaja desde Jealsa Foods en el Life Refish para valorizar descartes y subproductos de la pesca

18 ago 2025 . Actualizado a las 04:50 h.

La necesidad de contribuir a aprovechar mejor los recursos de la industria y de avanzar hacia una economía circular ha llevado a la corporación Jealsa Foods a dar un paso más en su constante apuesta por el compromiso medioambiental y sostenibilidad de los procesos industriales englobados en el programa WeSea, convirtiéndose en líder del proyecto europeo Life Refish. Con una inversión de tres millones de euros, el propósito es valorizar descartes y subproductos de la pesca y la acuicultura para que tengan nuevos usos en los que pueda sacarse partido a todo su potencial. En esta iniciativa van de la mano Stolt Sea Farm, Nueva Pescanova, Valora Marina Ingredients, la Organización de Productores de Pesca del Puerto de Marín (Opromar) y el Instituto de Investigacións Mariñas (IIM-CSIC).

En la coordinación de I+D+i, directamente implicada en las investigaciones y resultados del Life Refish, está Paula Souto, graduada en Química, con un máster en Física Aplicada y una trayectoria en el campo de la investigación que la ha llevado a trabajar en París, Londres, Vigo o Santiago. Desde hace seis años está en Jealsa Foods y sabe bien del potencial de los descartes y subproductos pesqueros que históricamente se consideraban de escaso valor. Frente a ello, Paula Souto asegura que «descoñécense as propiedades de moita da materia prima mariña».

Espinas, aletas, cabezas o vísceras que iban destinadas a la realización de harinas de pescado o piensos de los que ahora, señala la investigadora, «extraemos ácidos graxos, proteínas e buscamos caracterizar o que hai en cada un deses elementos».

El proyecto Life Refish comenzó en el 2022 y finalizará en este ejercicio. Durante este tiempo de las instalaciones de la planta piloto e industrial de Jealsa han salido ingredientes que pueden ser la base para la elaboración de nuevos productos enriquecidos.

Así, la investigadora cita la realización de aceites de pescado empleando vísceras, aletas y cabezas o de suplementos enriquecidos en calcio y fósforo con aplicaciones en implantes óseos. Menciona también la elaboración de hidrolizados con proteína de alta absorción y fácil digestibilidad o las gelatinas de pescado, que pueden obtenerse con el aprovechamiento de las aletas y de la piel.

Otro de estos nuevos ingredientes con potencial para su uso en ámbitos como el alimentario es el mince, elaborado con músculo de pescado fresco y del que Paula Souto destaca que «é unha proteína moi alta en aminoácidos esenciais» o el aprovechamiento que puede realizarse de la pluma de calamares gigantes, cabezas o cáscaras de langostinos.

La investigadora subraya que en el marco del proyecto europeo también se evalúan aspectos como el impacto ambiental, económico y social: «Cunha mesma materia prima facemos distinto tipo de extraccións para ver as calidades».

«Podemos facer ingredientes á carta e posicionalos no mercado»

Una de las particularidades del proyecto Life Refish es que la investigación tiene como resultado la elaboración de productos concretos en la planta con la que cuenta Jealsa y para la que, además, se han diseñado equipos versátiles para realizar distintos tipos de procesos. Explica Paula Souto que «podemos facer ingredientes á carta e posicionalos no mercado. Temos a capacidade de envialos a potenciais clientes e a través de Valora Marine buscamos darlle saída».

El trabajo que desarrollan en las instalaciones de Jealsa permite la extracción de ácidos grasos y proteínas con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Destaca Paula Souto que son elementos «cun alto valor, con aceites ricos en Omega 3 e Omega 6 que na materia prima terrestre non se vai ter».

A la hora de analizar el destino que puede tener este aprovechamiento, Souto habla de que los criterios están marcados por la pirámide de valor. En la parte inferior están la alimentación animal y los fertilizantes. El siguiente escalón es para su inclusión en alimentos humanos y la cúspide está reservada para usos cosméticos, farmacéuticos o nutracéuticos.

Como ejemplo, la investigadora cita que la formulación de leche infantil lleva aceites de pescado.