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El menú del día ya no es sinónimo de platos contundentes y calóricos. Las propuestas más vigentes apuestan por la calidad, la variedad y el saludable equilibrio. Porque comer a diario fuera de casa, además de nutritivo y a buen precio, puede (y debe) ser sano
04 feb 2025 . Actualizado a las 12:26 h.Muchos eran los tópicos que hasta no hace mucho se visibilizaban al hablar del menú del día. Entre ellos, el del obrero, el estudiante, el camionero o el comercial itinerante dando cuenta de un contundente guiso o del lomo de cerdo sobre un mar de patatas fritas. Pues bien, aunque ese tipo de oferta aún perdura, la tendencia generalizada para los menús del día se ha transformado radicalmente. Las casas de comidas y los restaurantes apuestan hoy por menús mucho más variados, equilibrados y adaptados a las nuevas tendencias alimenticias.
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El menú del Amor de Madre, en el popular barrio de O Piñeiriño, en Vilagarcía, es un magnífico exponente. Y la acogida por parte de la clientela no puede ser mejor. Hasta el punto de que, a pesar de que el local cuenta con dos amplios comedores, es casi imposible conseguir mesa si no se ha reservado previamente. ¿Reservar mesa para comer un menú del día? «Sí, muchos clientes se sorprenden, pero es que a pesar de que somos rápidos en el servicio y doblamos mesas, tenemos muchísima demanda», explica Adrián Santórum, uno de los propietarios del restaurante. «En un solo mediodía hemos llegado a dar 100 menús y atender además a siete mesas a la carta», añade.
En Amor de Madre menú y carta comparten el mismo concepto. «Queríamos que el menú del día fuera un escaparate de lo que ofrecemos por las noches o el fin de semana». De ahí que incluya platos un poco más elaborados de lo que suele ser habitual en este tipo de propuestas y que se cuide mucho su presentación. «Tenemos una vajilla especial solo para los menús», comenta.
Otro aspecto en el que en el local vilagarciano pone énfasis es en conformar un menú saludable. Adrián tiene muy presente que «mucha de la gente que viene al mediodía tiene poco tiempo para comer o tiene que seguir trabajando por la tarde, por lo que prefieren platos que no sean pesados, sin fritangas y con pocas calorías». Es por ello que nunca falta una ensalada, algo de verdura, un pescado y una carne a la plancha o al horno.
El menú del Amor de Madre es semanal. Es decir, es el mismo de lunes a jueves. El de esta semana ofrecía para empezar crema de calabaza con lluvia de anacardos, fideos melosos con vieiras y langostinos, y ensalada con pollo marinado y vinagreta de frambuesa. De segundos tenía salmón marinado en cítricos con arroz, escalopines de ternera con salsa de gorgonzola, y costillar de cerdo a baja temperatura con mostaza y miel. Su precio, con postre casero o café, pan y agua, es de 14 euros. Además, hay opción de medio menú por 11. Y los viernes, el menú del día es sopa y cocido, por 16 euros.
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UN TODO EN UNO
Para quien no tenga mucho tiempo de cocinar, de preocuparse de comer todos los nutrientes necesarios, ni tampoco de decidirse, el plato del día de Toxo Gastrococtelería soluciona y alimenta. Este restaurante de la ciudad de Ourense, ubicado en la calle Valle-Inclán, ofrece cinco o seis opciones diarias de martes a viernes con un todo en uno. Es un único plato de entre 15 o 18 euros en el que siempre incluyen proteína, ya sea animal o vegetal, un hidrato y guarnición de verduras. Eso sí, la cantidad es abundante y llena casi como un menú de dos pases. El responsable, Diego Dafonte, explica que esta propuesta está pensada para ser una comida más «pura» y sin ultraprocesados. Emplean producto fresco siempre con un peso importante de las verduras, teniendo en cuenta la temporada y los productos disponibles. «También lo hacemos, por ejemplo, con la proteína, si se nos acaba el pollo, cambiamos por pavo. Queremos que sea comida franca», defiende el hostelero.
El plato del día lleva menos salsas o frituras para apostar por la brasa. También tiene opciones veganas. Aunque las brasas ayudan a una cocina más saludable, lo cierto es que además elevan el sabor de carnes, pescados y verduras. Toxo cuenta con servicio de carta, pero el plato del día es lo más demandado entre semana, sobre todo por los trabajadores de la zona que van a comer en medio de la jornada. «Buscan algo más ligero», asegura Diego Dafonte. En un mismo día, el restaurante Toxo ofrece lasaña de pasta fresca con boloñesa y pesto de albahaca; contramuslos de pollo a la brasa con boniato; secreto de cerdo a la brasa con Portobello y cebolla caramelizada; o lubina del día a la brasa con verduras y espárragos. La opción sin carne sería calabacín a la brasa con verduras, humus y romesco, que es uno de los platos estrella más recurrentes en el local ourensano.
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MÁS BRASA Y CERO FRITOS
A pie de carretera, cerca de la Autovía Costa da Morte, es posible comer un menú de lo más saludable por 14 euros. En el restaurante A Lareira, de Baio, le declaran la guerra a los fritos y a los productos prefabricados. Olvídense de encontrar croquetas en la carta. El gerente y cocinero, Pablo Paz, prioriza la elaboración propia de postres, vinagretas o hamburguesas, entre otras creaciones. Esto es solo el comienzo de su idea de negocio. Así empezó hace siete años, y con el mismo propósito sigue volcado al cien por cien en la actualidad. Propone un menú diario con un primer plato a escoger entre una ensalada bien rica, un plato de cuchara o un salteado de lombarda, por ejemplo, y un segundo en el que siempre ofrece un pescado, preferiblemente salvaje, y una carne, con patatas y verduras variadas incluidas, todo a la brasa.
Cocina en un horno de carbón de encina. El chef también prescinde de las salsas, lo que es un plus para las dietas sin gluten, y los adobos los realiza con sal en escama, aceite virgen extra y un poco de cebollino. El menú proporciona, además, bebida, pan, café y un postre casero en el que suele haber, como una de las posibilidades, yogur natural con frutos rojos confitados por ellos mismos.
«Aseguro que a nosa comida non pode sentarlle mal a ninguén, o cal é unha vantaxe», explica el chef. Sabe que su filosofía de trabajo hace a este local diferente frente a otras propuestas que imperan en el sector, pero quiso priorizar lo saludable y tradicional. «Pecha e abre portas, pero hai xente que come varios días fóra da casa e quere facelo de forma saudable», sostiene. Los productos que emplea son de proximidad y de temporada. Lo cierto es que conquista a la clientela.
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POCO ACEITE Y POCA SAL
Biobocado, un take away situado en la Ronda da Muralla 76 de Lugo, ofrece menús saludables por 14,95 euros. Se trata de una opción única en la ciudad que destaca por el uso de ingredientes de proximidad y técnicas que contribuyen al buen funcionamiento del organismo. El menú consta de dos platos y un postre, aunque también se pueden comprar de forma individual. Alejandra Barreiro, la dueña del establecimiento, asegura que la acogida que han tenido estos menús saludables y ecológicos ha sido «buenísima». «La gente cada vez está más concienciada de la importancia de alimentarse bien y está cansada de que cuando tiene que comer fuera la comida le siente mal», explica.
Este local empezó a ofrecer menús durante el confinamiento, pero es ahora cuando más éxito está cosechando. «Organizamos los menús según la materia prima que los productores locales vayan a entregarnos la semana siguiente y de lo que ya tenemos. También se tiene en cuenta la creatividad, ya que queremos ofrecer platos innovadores explorando nuevas técnicas de cocinado», apunta Barreiro.
En el menú de Biobocado siempre hay variedad. Los platos estrella son el humus de garbanzo, el pescado y la lasaña de verduras, que están disponibles durante todo el año. «Tratamos de hacer que el menú sea equilibrado, compuesto principalmente por cereales, legumbres y verduras», apunta.
Para Barreiro, las claves del éxito del negocio es el producto ecológico con el que trabajan y el cuidado que le ponen al cocinado. «Cocinamos con aceite de oliva de primera presión en frío y ecológico. Usamos poco en cada plato y el contenido en sal también es bajo», explica. De este modo, añade, la comida «sabe bien y respeta los nutrientes». La innovación también es importante en este establecimiento. «Estamos introduciendo platos con técnicas macrobióticas, formas de cocinar más lento combinando alimentos para dar un equilibrio interior al cuerpo», concluye Barreiro.
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RECETAS DIFERENTES
Ubicado en la calle Federico Tapia, 19 de A Coruña, el restaurante Barlovento se ha encontrado su nicho de clientes para quienes buscan un menú del día diferente, de calidad, y apto para personas que no comen gluten. Luis Rodríguez, encargado del restaurante, destaca esta filosofía a la hora de confeccionar el menú: «No es una propuesta convencional y siempre buscamos platos distintos, sin repetir igual hasta dentro de dos o tres meses. Todo es producto de cercanía, de calidad y saludable», afirma. Así esta opción no es el lugar para aquellos que buscan un recetario tradicional, sino para los que les gusta probar innovaciones a partir de los clásicos. La otra de las preocupaciones de Barlovento es ofrecer opciones sin gluten, una parte esencial del concepto del menú: «Intentamos que el primero, el segundo y un postre sean adaptables o directamente sin gluten para que cualquier persona con intolerancias pueda venir».
Para mantener informados a los clientes, Barlovento publica el menú todos los días en redes sociales: «Lo subimos a Facebook e Instagram a las 12.55 h. Y entre la una y las dos, cuando los platos ya están listos, les sacamos fotos y las publicamos. A partir de ahí, la gente empieza a reservar», dice.
Por ejemplo, algunos platos que han servido esta semana son huevos Benedict con aguacate, bacon y salsa holandesa; chipirones encebollados al ajillo suave de perejil, arroz meloso con manitas de cerdo y setas; o huevos rotos con zorza y patatas fritas.
Este carácter saludable se aprecia en el terreno de las verduras, con formas de cocinado nada aburridas. Propuestas deliciosas son la lasaña de berenjena, jamón cocido, tomate y queso, la milanesa de coliflor con tomate, queso y lacón; o la crema de brécol, leche de coco y queso mascarpone.
El terreno de los postres no se queda atrás. Desde clásicos como el crumble de manzana a opciones más innovadoras y sin gluten como la mousse de aguacate y lima o el yogur con coulis de fresas. Para celíacos también ofrecen recetas icónicas como el arroz con leche.
El menú de Barlovento cuesta 13,90 euros e incluye un primero, un segundo, postre o café y una bebida.