Los miembros del grupo criminal hacían una planificación previa durante días, en la que seleccionaban el establecimiento objeto del robo y el vehículo para desplazarse hasta ese lugar y perpetrar los hechos delictivos
Dos miembros del grupo accedían al interior del local y forzaban, extraían e introducían las máquinas de cambio en sacos, mientras el resto vigilaba en el exterior y los esperaban en el vehículo para la huida