El matrimonio Dultseva, parte del canje de presos entre Rusia y varios países occidentales, se había hecho pasar por los argentinos Ludwig Gish, supuesto experto en informática, y María Rosa Mayer Muños, propietaria de una galería de arte que usaba como tapadera
El disidente tuvo que exiliarse tras participar en las protestas de la plaza Bolótnaya de Moscú en el 2012, la primera gran movilización opositora en Moscú