La marcha ha recorrido a pie, con un ambiente festivo, los tres kilómetros que separan la localidad burgalesa de Barcina del Barco de la central nuclear
La decisión del Gabinete de Rajoy de dar un enfoque político al final de la banda y mantener al mismo tiempo los cordiales vínculos con las organizaciones de víctimas demostró ser una apuesta muy inestable