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Deliciosos el pulpo «à lagareiro» o el bacalao «à portuguesa» del Atlántico en Viveiro

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

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João Bernardo Correia y Claudia Gomes Mendes, con pulpo «à lagareiro» y bacalao «à portuguesa», dos de las tentadoras raciones con productos del mar del gastrobar Atlántico de Viveiro
João Bernardo Correia y Claudia Gomes Mendes, con pulpo «à lagareiro» y bacalao «à portuguesa», dos de las tentadoras raciones con productos del mar del gastrobar Atlántico de Viveiro S. O.

La contundente «francesinha oporto» es otra tentación del gastrobar donde João combina la cocina portuguesa y gallega que Claudia pone en la mesa

31 oct 2024 . Actualizado a las 22:47 h.

No hay menú del día en el Atlántico, un céntrico gastrobar de Viveiro donde sí es posible saborear magníficas raciones elaboradas con productos del mar y del campo. Combina la gastronomía de Galicia con la de Portugal, donde se formó el cocinero João Bernardo Correia, con quien trabaja su pareja Claudia Gomes Mendes, atendiendo el comedor y la barra. Deliciosas tentaciones gastronómicas y un servicio amable en un local que hace honor a su nombre con preparaciones tan marineras como el pulpo «à lagareiro», el bacalao «à portuguesa», el «pulpiño» a la plancha con patatas panadera, las zamburiñas al horno, las colas de langostinos al ajillo, los pastelitos de bacalao, las croquetas —caseras de verdad— de marisco y pulpo o de bacalao, los huevos rotos con gulas y gambas, los chipirones a la plancha o el «risotto» con gambas.

Hay que verlas y, sobre todo, comerlas para creerse otra de las características del Atlántico, su excelente relación calidad-precio. Sin bebidas ni pan, las raciones con sabor a mar van desde los 10 euros por las de croquetas de bacalao o la de pastelitos de bacalao a los 23 del «pulpiño» a la plancha con patatas panadera. Entre ambas, 12 euros por los chipirones, 14 por las colas de langostino o los huevos rotos con gulas y gambas, 15 por el «risotto», 16 por las zamburiñas o por el pulpo «à lagareiro» y 19,50 por el bacalao «à portuguesa».

Con prestigio al alza entre viveirenses y visitantes, descansa los miércoles, excepto si es festivo, un amplio local hostelero que João y Claudia gestionan desde el 2020, en la avenida Navia Castrillón, al lado del paseo marítimo urbano, del aparcamiento público y de un parque, punto de encuentro infantil, de familias y de personas de todas las edades. 

Ofrecen suculentas y generosas raciones a partir de los 5,50 euros por una ensalada verde, 8 por dos milanesas de pollo con patatas fritas o 9 por una ensalada mixta. Por 10, además de las croquetas marineras, las hay de jamón, sin faltar el tan gallego «raxo con patacas», los huevos rotos con jamón, los huevos rotos con zorza o los espaguettis con verduras. Y bastan 11 para degustar una de tallarines con frutos del mar o una tan tradicional de Galicia como el lacón «á feira».

Típicamente portuguesa también es la «francesinha oporto», un contundente y completo «sandwich» con carne y salsa que sale en 12 euros, sorprendente satisfacción para quien lo saborea. Por 12 euros, también ofrece una de solomillo de cerdo a las tres pimientas. Y con 14 euros es posible disfrutar de otra ración carnívora genuinamente gallega, el «cachopiño de porco celta», o de una de secreto de cerdo.

No falta el dulce en el Atlántico, con cinco postres que oscilan entre los 4 y los 5 euros: tarta de la abuela, «cheesecake» con frutos del bosque, plátano caramelizado con helado, «brownie» con helado y crepe con helado y frutas.