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Las cremas solares podrían alterar las cadenas tróficas marinas

somos mar REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Ion Alcoba | EUROPAPRESS

Un equipo del IEO de Baleares ha investigado cómo estos protectores afectan al fitoplancton y otros microorganismos esenciales en el destino del carbono

03 dic 2024 . Actualizado a las 04:55 h.

Pongamos que mil personas toman el sol en una playa. Si todas ellas se extienden en la piel protector solar para evitar el efecto nocivo de los rayos UV, «en un día se podrían liberar 36 kilos» de loción al medio, calcula Eva Sintes. Ella es la investigadora principal del proyecto Minerva, acrónimo resultante de resumir la Respuesta de las comunidades de microorganismos naturales a los filtros de UV procedentes del turismo marítimo, que durante tres años (del 2022 al 2024) ha estado llevando a cabo un equipo científico del centro del Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC) de las islas Baleares.

Los científicos han analizado el efecto de las cremas de protección solar y otros productos de cuidado personal sobre el medio acuático y en comunidades naturales de procariotas marinos. Se sabe desde hace décadas que esos compuestos tienen un efecto negativo sobre distintos organismos marinos, como peces, corales, especies de fitoplancton... Sin embargo, no hay mucha información sobre cómo afecta a las comunidades naturales de microorganismos, que son la base de las cadenas tróficas marinas y esenciales en el destino del carbono a través de los flujos biogeoquímicos.

Ese vacío de conocimiento es el que se ha intentado con el proyecto Minerva: conocer la respuesta de las comunidades naturales, principalmente de microorganismos marinos, que forman la base de las cadenas tróficas marinas y que incluyen el fitoplancton, bacterias y arqueas.

Los resultados preliminares, que ya habían sido avanzados en un congreso científico internacional en el 2023, revelan «que distintos filtros de UV causan alteraciones en las tasas metabólicas de los microorganismos, por ejemplo en la tasa de respiración, y que la respuesta de organismos eucariotas, como el fitoplancton o las algas unicelulares, es más pronunciada que la de organismos procariotas como las bacterias. Por tanto, la aportación de estos potingues, «podría causar alteraciones de las cadenas tróficas marinas, en función del específico y su concentración».

Eva Sintes señala que Minerva ha perseguido «una aproximación holística que permitirá identificar amenazas potenciales para la salud humana y de los ecosistemas, servirá para predecir la respuesta de organismos de niveles tróficos superiores y del ecosistema en su conjunto a estos compuestos, y podría ayudar al desarrollo de estrategias de conservación y gestión».