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Talento femenino en el naval: «Cuando llegué al astillero de Navantia fui feliz»

f. fernández FERROL / LA VOZ

SOMOS MAR

En primer término, Juana, Anna, María y Vanesa; detrás, Alicia, Pilar, Sandra, Adriana y Rada
En primer término, Juana, Anna, María y Vanesa; detrás, Alicia, Pilar, Sandra, Adriana y Rada JOSE PARDO

La ingeniera eléctrica Alicia Lorenzo, de 23 años, es la jefa de obra de la auxiliar Norinver para el programa de las F-110 y una de las diez mujeres en plantilla

20 mar 2025 . Actualizado a las 04:45 h.

«Hice las prácticas en una oficina, lo pasé horriblemente mal, era espantoso, y eso que estaba en una empresa en condiciones. Pero cuando empecé en Norinver y llegué al astillero fui feliz. Si me dicen un día que tengo que ir un sábado a trabajar 14 horas, yo voy a ir, me encanta, me lo paso genial allí». Así cuenta Alicia Lorenzo, de 23 años, qué es para ella trabajar en Navantia Ferrol como jefa de obra de la auxiliar del naval Norinver en el programa de las nuevas fragatas F-110. Alicia acabó en septiembre pasado la carrera de Ingeniería Eléctrica y hace dos meses fichó por Norinver. Y es feliz desde entonces, tal y como ella misma confiesa.

Alicia es una de las diez mujeres que trabajan en esa compañía, dedicada, fundamentalmente, al montaje eléctrico, con sede en Vilar do Colo y que cuenta con una plantilla de 89 personas. También es una de las tres féminas que desarrollan su labor diaria en el astillero ferrolano y por eso luce el traje de faena fosforescente. Las otras dos son Vanesa y Sandra. Como ellas, cada vez más féminas se están incorporando a los talleres de los astilleros públicos. «Poco a poco, va habiendo más mujeres que se encargan de la obra», reflexiona Alicia. Pero recalca que «en la carrera se graduó mucha gente, hombres y mujeres, y el hecho de ser mujer no es lo que ha hecho que esté hoy aquí, sino la valía, la personalidad, el esfuerzo...», aunque «siempre nos relacionan con labores más de gestión, no pasa nada, entiendo que es algo nuevo, pero no hay problemas, en general».

Vanesa López, de 38 años, es técnica de prevención. Antes, «llevaba nueve años en una multinacional de comercio a media jornada, me saqué el bachillerato durante la pandemia y dejé el trabajo para hacer el ciclo superior de Prevención de Riesgos Laborales, terminé las prácticas con Navantia en junio y en julio empecé en Norinver», resume.

Sandra Sanmartín, de 35, lleva la parte administrativa del control de obra, aunque estudió educación infantil.

Entre las mujeres de Norinver hay muchas jefas. Como María Vázquez Castro, directora general de la auxiliar, o Juana Vázquez Castro, responsable de calidad, medio ambiente y prevención, ambas hermanas del gerente de la compañía, Manuel Vázquez, presidente, a su vez, de Aclunaga.

María resalta que en la empresa siempre se ha mantenido la proporción actual de mujeres sobre el total de la plantilla. De hecho, Alicia no es la primera jefa de obra, ya hubo otras antes.

El plantel femenino lo componen también María del Pilar Goti, responsable del departamento de compras y de elaborar las ofertas que presenta la empresa para hacerse con distintas obras. Tras casi treinta años en el sector, considera que, en el naval, las mujeres no demandan los trabajos de obra, «por eso no es frecuente ver a electricistas o soldadoras». Y recuerda que «cuando empecé a trabajar había una soldadora en Maessa». Ahora, en cambio, «los puestos están a disposición tanto de los hombres como de las mujeres, lo que miras es el currículo, que tenga los cursos, no creo que se mire que sea un hombre o una mujer».

«Los puestos están a disposición tanto de los hombres como de las mujeres, lo que miras es el currículo»

En Norinver trabajan también dos mujeres rusas. «Bueno, yo soy española de origen ruso», precisa Rada Javaronkova, la financiera de la empresa. «Tengo la titulación en Derecho y Económicas, también soy doctoranda en la Facultad de Derecho de Compostela, y antes estuve en la antigua Caixa Galicia y en el Banco Pastor», explica.

Anna Shulyakovskaya, por su parte, estudió ADE en A Coruña y, tras trabajar en Abanca, forma parte, desde hace dos años, del departamento de calidad, en el que también realiza labores de recursos humanos.

Del equipo femenino de Norinver forma parte también esta temporada Adriana Frade, de 21 años, que está terminando de estudiar el grado superior de Administración y Finanzas (antes realizó uno medio de Comercio y Márketing) y que desde hace dos meses está en la empresa de Vilar do Colo: «Y muy contenta». Antes trabajó en Ali Juguetes.

Van nueve mujeres, pero hay una más en la plantilla que este miércoles estaba enferma y no pudo acudir a su centro de trabajo, donde está realizando las prácticas de un grado de electricidad montando cuadros.

Hasta hace unos meses, Norinver contaba con una soldadora en Navantia, pero fichó por otra compañía. Se trata de un oficio especialmente cotizado en el sector naval en la actualidad y las empresas se rifan a los pocos profesionales que hay.

Pero, ¿qué hace Norinver? La carga de trabajo principal está en Navantia, para la que desarrolla montajes eléctricos, pero, además, opera en astilleros privados que ejecutan encargos de las Armadas de distintos países de la OTAN. Entre sus clientes también se encuentran Finsa, Megasa o Windar en Fene. María Vázquez resalta que acaban de terminar una obra importante en Alemania: la ampliación de una refinería de Shell. La responsable de proyecto, una mujer.