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Mar encarga al CSIC investigar qué comen los bivalvos y qué características del sedimento los hace crecer

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

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Suscribe un convenio con la institución para analizar los parámetros ambientales de la Ría de Pontevedra y cómo influyen en el descenso de la producción

29 jul 2025 . Actualizado a las 11:23 h.

La situación en que se encuentra el marisqueo ha llevado a la Consellería do Mar a recurrir a la ciencia en busca de claves para saber qué está pasando con los bivalvos, que llevan años acumulando descensos en la producción. En ese contexto se incardinan los dos convenios que este lunes ha firmado la responsable del departamento, Marta Villaverde, con Carlos Closa, vicepresidente de Organización y Relaciones Institucionales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que será el encargado de desarrollar los proyectos denominados Planctox y Bivalfood, a los que destina 440.000 euros, cofinanciados por el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura (Fempa). Una de las iniciativas, la Bivalfood, tiene por objeto identificar de qué se alimentan los bivalvos a lo largo de todo un ciclo anual, además de caracterizar las propiedades del sedimento en el que crece y el agua para determinar aquellas que favorecen su disponibilidad y crecimiento y evaluar el impacto de eventos climáticos extremos, como las olas de calor o las grandes riadas. La Consellería do Mar confía en que, a partir de los datos que se obtengan de ese estudio, se puedan desarrollar herramientas para facilitar la toma de decisiones en el sector del marisqueo a pie para mejorar su gestión.

Esta investigación, en la que los investigadores cuentan con la colaboración de la Cofradía de Vilaboa, es pionera, según hace ver la Xunta, dado que «é a primeira vez que se aborda o estudo da alimentación dos bivalvos intermareais cun enfoque centrado nas microalgas bentónicas en luar das planctónicas».

Fitoplancton tóxico

Por lo que respecta al proyecto Planctox, aborda el estudio de los parámetros ambientales que más influyen en el descenso de la producción para poder reducir esa caída. Como campo de pruebas tiene los bancos marisqueros de Lourizán, Campelo y Combarro, en la ría de Pontevedra. En esta investigación, de lo que se trata es de conocer qué provoca la proliferación de toxinas que afectan a los bivalvos. Se hará a través del monitoreo intensivo de las variables físicas, químicas y biológicas en las zonas productivas, así como estudiando la respuesta de estas algas al calentamiento de las aguas y a su acidificación para prever la evolución de su expansión. Ambos proyectos serán desarrollados por el Instituto de Investigacións Mariñas (IIM-CSIC) de aquí al 2027 y se enmarcan en Redemar, la red entre los centros de investigación marina autonómicos y el sector pesquero.