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Fernando Álvarez Castellano (Conarpesa): «En Argentina los salarios de la pesca son muy altos, más que en España»

Cecilia Valdez
cecilia valdez BUENOS AIRES / E. LA VOZ

SOMOS MAR

c. V

Un conflicto laboral mantuvo amarrada la flota tangonera durante 4 meses

06 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Fernando Álvarez Castellano es socio mayoritario y presidente de Conarpesa, compañía especializada en langostino. Admite tener un vínculo fuerte con Galicia, pues el 42 % de la empresa pertenece a Wofco, la pesquera de O Morrazo. Aunque nació en Madrid, vive en Argentina desde hace más de 30 años. A lo largo de este año ha sido una de las caras más visibles de un conflicto laboral que ha tenido paralizada a la flota tangonera durante varios meses.

—El 2025 estuvo marcado por el conflicto en torno al langostino. ¿Se ha resuelto?

—Tuvimos 4 meses de conflicto por la intransigencia de un sindicato (SOMU), que llegó a situaciones de violencia, amenazando a los que se querían embarcar. Pero superado eso, entendimos que había que lograr una tregua y tuvimos que ceder bastante de lo que necesitamos para hacer la actividad rentable. 

—¿Qué han sacrificado? 

—Nosotros pedíamos un recorte del 30 % en los salarios y el SOMU no aceptó más que un 9 % y solo algunos conceptos. Esto nos permite rebajar las cargas sociales, pero ellos no han cedido nada realmente. Los otros dos sindicatos, el de maquinistas y el de conductores navales, entendieron la situación y llegamos a un arreglo, pero el SOMU no aceptó. Ya les hemos advertido de que en enero nos vamos a sentar a negociar nuevamente. Queríamos hacerlo en diciembre, pero tienen elecciones internas (que las manejan a su gusto) y, como pretenden renovar, ya han dicho que no van a aceptar ninguna rebaja de salarios. Hay que evaluar cómo seguimos, porque es obvio que los precios van a subir y que va a haber menos captura. Y es normal, pues a todos los clientes grandes no les va a quedar otra que pagar más. El precio aún no se ha actualizado porque todavía no ha llegado la mercancía a España.

—Hasta ahora, el debate pasaba por el precio o el volumen del langostino, pero ahora se discute su calidad e inocuidad.

—La calidad del langostino argentino es la del producto salvaje. Si lo comparamos con los competidores directos, como el vannamei, es totalmente diferente. Este se cría en tanques en unas piletas con unas condiciones de higiene bastante precarias, pero el langostino nuestro está criado en un mar sin nada de contaminación.

—Hay quienes opinan que en Argentina no se hace lo suficiente por promocionar este producto prémium frente a uno de crianza. 

—Bueno, el que dice eso, que venga y nos explique cómo hacerlo, porque nosotros nos afanamos por llevarlo al nivel en el que creemos que tiene que estar. A la feria de Vigo llevamos chefs internacionales e influencers que promueven el langostino argentino. Puede que sea el algoritmo, pero yo no paro de ver recetas que llevan langostinos argentinos. De todas formas, el mercado está globalizado y el vannamei produce unas 6 millones de toneladas al año y nosotros estamos ahí en medio.

—¿A qué problemas se enfrenta el sector pesquero argentino en la actualidad?

—Los muy altos costes, por ejemplo, en salarios, en comparación con cualquier otro país, incluso España. Aquí un técnico o una persona en una planta, gana entre 3.000, 4.000 o 5.000 mil dólares al mes en temporada, y en España cobran unos 1.000 euros o 1.100 un operario. Me parece fantástico, porque trabajan un montón, pero es un coste muy alto que se va al producto.

—Ya, pero lo que ganan en temporada tiene que rendir para todo el año. —Bueno, en mi planta de Madrid trabajan 11 meses al año y se para un mes entre temporadas para que la gente descanse y para mantenimiento. Hay otras que trabajan menos tiempo y, efectivamente, les tiene que servir para el resto del año, pero también están liberados para hacer otros trabajos en esos períodos de tiempo. O sea, en Rawson algunas solo contratan durante la temporada, que dura 5 meses, y ahí ganan un buen dinero que les tiene que servir para todo el año.

«Lamentablemente, a las pesqueras no se les va a eliminar la tasa por exportación»

La relación de la pesca con el Ejecutivo de Milei no arrancó con buen pie.

—¿Cómo es ahora la relación con el Gobierno?

—Puede que haya habido algún sector que haya tenido mala comunicación, pero en general no hemos tenido ningún problema. Ha habido algunos temas de burocracia hasta que entraron las nuevas autoridades, pero no hubo mal diálogo. Pérez Cazorla, el subsecretario de Pesca, es una persona muy abierta.

—Pero hubo un momento en el que el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger llegó a calificarlos de ladrones…

—Eso corre por cuenta de Sturzenegger, y no me gusta, pero mientras quede en un comentario... A mí no me importa lo que diga, sino lo que haga.

—El Ministerio de Economía parece estar evaluando reducir o eliminar las retenciones (tasa a la exportación) como al agro.

—Lamentablemente, parece ser que no va a ser así, porque el presidente ya presentó el presupuesto para el año que viene y no está recogido. Ha habido una serie de acontecimientos en el país, como las elecciones o los proyectos de ley que vetó el presidente, y que el Congreso le impone por la fuerza, para lo cual va a hacer falta presupuesto. Como Milei tiene la política de déficit cero, es difícil que nos quite las retenciones.

—¿Para usted está justificado?

—Bueno, es lo que nos van a decir. No está justificado, porque lo necesitamos debido a que la pesca está en crisis, pero bueno, será más importante el hospital Garrahan o financiar universidades que la pesca. 

—Otra de las grandes preocupaciones del sector es el tipo de cambio de la divisa. ¿Cómo es la situación de las empresas gallegas y españolas con inversiones en Argentina? 

—El tipo de cambio está muy alejado de la paridad, pero prefiero que no se devalúe porque eso genera inflación y tengo que aumentar salarios. Hay que respaldar al Gobierno, porque si les va bien a ellos, nos va bien a nosotros. Si se genera inflación, estamos de vuelta en la misma historia de los últimos 30 años. Prefiero que la devaluación sea progresiva y que no se traslade a precios.

—¿Está minusvalorada la aportación de la pesca a la economía argentina?

—Sí, porque además es un sector que genera unos 1.700 millones de euros en divisas y mucho trabajo, del que depende la economía de ciudades enteras. Yo no me voy a meter con el campo, pero estoy convencido de que damos muchísimo más empleo directo e indirecto que el agro y que no hay una percepción real.