Siete restaurantes gallegos para quedar con amigos esta Navidad

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SANDRA ALONSO

Vete haciendo la reserva, si quieres encontrar un buen sitio en el que juntarte con tus colegas y compañeros de trabajo para celebrar estas fiestas. Estos son algunos de los restaurantes más demandados de Galicia para brindar en grupo

28 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Si quedar con amigos es una costumbre que no debería dejarse de lado en ningún mes del año, diciembre es el mes por excelencia para las grandes quedadas en las que brindar por el nuevo año. Es raro el restaurante que estos días no tiene el comedor lleno de grupos que quieren celebrar la Navidad con antelación. De norte a sur y de este a oeste de Galicia, las fiestas están para comérselas. El mercado Boanerges, en Santiago, tiene la agenda de las cenas navideñas de empresa bastante llena, y en estos días empieza a completar fechas y espacios con celebraciones más familiares y de amigos. El rincón gastronómico compostelano saca todo su poderío en estas fechas, ya que tiene una capacidad para cerca de trescientas personas y diferentes formatos muy atractivos. «Este año nos está funcionando muy bien el formato cóctel, por 40 euros», indica el responsable de desarrollo de negocio, Adrián Acevedo, ya que hay grupos que prefieren encontrarse de una manera más dinámica. Además, cuenta con tres menús que se mueven entre los 35 y 50 euros y diferentes espacios que se pueden complementar con el espacio de copas, para el que también se puede contratar un DJ.

En general, aseguran los gestores de este espacio hostelero multiusos, los grupos están tirando por la opción más cara, un signo de que el «mejor mes del año» va camino de cumplir la tradición. Para que no decaiga, Acevedo pone el foco en los pequeños detalles, como haber impulsado los primeros detalles de la decoración navideña al día siguiente de Halloween, y habrá otras sorpresas cuando se acerquen las fechas más esperadas y las reuniones de familias y amigos que aprovechan para verse.

Un lugar con alma

XOÁN CARLOS GIL

La Taberna Rabuda (Doctor Cadaval, 32) se ha consolidado en Vigo como uno de esos lugares con alma donde el tapeo tradicional recupera protagonismo. Heredera del espíritu familiar de La Marimorena, Rabuda nació de la mano de Andrea Portela, su pareja, Miguel Rueda, y el mismo equipo que dio vida a aquel proyecto, reivindicando recetas castizas y gallegas y un ambiente cercano. El nombre rinde homenaje a Ramona, la rabuda, abuela de Andrea, mujer de carácter cuya energía impregna un local con estilo donde predomina la madera. Su carta viaja por la geografía española: gildas vascas, chacinas castellanas, frituras andaluzas, pulpo á feira, además de clásicos como calamares o tortilla, siempre en formato de raciones y tapas para compartir. Estos días prenavideños, Rabuda redobla su atractivo con propuestas pensadas para grupos de amigos. Todos los domingos preparan cocido, una de sus citas más celebradas, y este año ofrecen tres menús de Navidad para comidas y cenas en compañía. Aunque «ahora mismo solo trabajamos con reservas web», explica, también intentan hacer hueco a quien llegue sin reserva, manteniendo ese espíritu hospitalario y buen ambiente que define a esta pequeña gran familia hostelera.

Los platos de carne

Ramón Leiro

En Pontevedra no solo la zona monumental es punto de encuentro de grupos, lejos del centro hay pandillas que tienen ya reservada su mesa en A Granxa do Costado. No les importa tener que coger el coche para acercarse a probar cualquiera de los platos de carne que triunfan en este local de Valdecorvos con recovecos suficientes para hacer que las salas sean acogedoras. Da igual que la quedada sea al mediodía que por la noche, la primera parada está en el exterior, donde se han dispuesto algunos barriles y mesas a cubierto para que se pueda ir tomando unas cañas antes de sentarse a la mesa y disfrutar casi con total seguridad de un menú que incluirá un plato de carne. «Ofrecemos tres menús cerrados de 30, 40 o 50 euros con maridaje aparte», explica Carlos Alberto Lorenzo, que reconoce que el que más éxito tiene entre los clientes es el de los 40 euros. Pero también se puede comer a la carta y adaptarse al presupuesto de cada uno. ¿Y cuándo es el momento favorito para sentarse con amigos? Carlos reconoce que tanto el mediodía como la noche tienen tirón, pero la demanda más alta se la llevan las quedadas cuando cae el sol.

«La mayoría de las reuniones que tenemos reservadas para la noche, hay alguna al mediodía, pero lo gordo está en las noches, sobre todo la del 12 y 19 de diciembre», concluye el dueño de A Granxa do Costado, uno de esos sitios «bonitos» de Pontevedra siempre dispuesto para celebrar.

Grupos de diez o veinte

KIKO DELGADO

Bajo el lema «no son pizzas, son artesanas», el restaurante Artesa lleva ya siete años alegrando los paladares de ferrolanos y visitantes desde Canido, el barrio alto de la ciudad naval. De la mano de Pablo Santiago, y de sus dos hijos, Inés y Antón, el negocio pegó el estirón hace un par de años, con la ampliación del local. Y sumó un comedor que desde entonces disparó las reservas de grupos grandes. Mientras el más pegado a la puerta, frente a la barra, es ideal para dos, cuatro o seis personas, el nuevo está pensando para grupos de diez, veinte o incluso cuarenta comensales. «Ahora para Navidad es una locura, tenemos muchísimas reservas», comenta Inés, la hija de Pablo, que ejerce de camarera y lleva las redes sociales. «A los amigos les gusta venir en grupo porque Artesa es un sitio muy acogedor, espacioso, con comida rica y a muy buen precio», ensalza Inés. Sus platos estrella son las artesanas, una especie de pizzas preparadas sobre pan gallego —y coronadas con queso San Simón, jamón asado, raxo, verduras o chicharrones, por poner solo algunos ejemplos—, pero también triunfan sus ensaladas variadas y unas tablas de embutidos ideales para compartir.

Un ritual imprescindible

Santi M. Amil

En Ourense, las cenas con amigos se han convertido en un ritual imprescindible durante las fechas navideñas, sobre todo los sábados a la hora de la comida. «Tenemos menús de grupo durante todo el año, pero en noviembre empezamos a preparar las reservas y los fines de semana, como el del 6 al ser el 8 festivo, son clave», explica Julio César, responsable de Casa Toñita, uno de los locales con más demanda.

Al igual que sucede con los carnavales ourensanos, los grupos de amigos se reúnen cada año para disfrutar de estas cenas. Mientras los viernes están reservados para cenas de empresa, los sábados son, según el hostelero, para reuniones de colegas. Y se nota, explica, que empiezan a decantarse por la comida en lugar de la cena, para poder disfrutar del tardeo.

Durante la Navidad, Casa Toñita ofrece menús especiales que van desde los 32 hasta los 46 euros, con cuatro opciones diferentes. Y, al igual que en las de empresas, los amigos también se decantan por elegir menús cerrados. La demanda es tan alta que muchos grupos prefieren reservar con antelación, de un año para otro, para asegurarse un lugar en la fecha deseada. La ubicación, en este caso en pleno centro de la ciudad, es otro de los requisitos de las pandillas que buscan reunirse en estas fechas.

Churrasco y chuletones

Vítor Mejuto

El Milongas, en A Coruña, va llenando su agenda de reservas durante estas semanas previas a la Navidad. En el local del parque Europa, las mesas para grupos se van completando a medida que se acerca diciembre. «Cada vez las comidas de amigos, familias, empresas empiezan antes y ya durante noviembre la gente empieza a organizarlas», explica Marcos Reimunde, responsable de comunicación del establecimiento, abierto en el 2019. Así, señala que lo más recomendable es «reservar con bastante antelación, cuanto antes», dice.

La oferta gastronómica para estos días se mantiene sin variaciones estacionales. «Nosotros no cambiamos los menús para Navidad por lo que nuestra especialidad sigue siendo la carne: churrasco y chuletones son nuestra oferta para estos menús acompañados por unos buenos y típicos entrantes», aclara Reimunde. El precio también permanece estable: «Tampoco varía con referencia a todo el año, nuestro tique medio está en unos 20€ por persona», añade.

Entre las opciones más solicitadas por grupos se encuentra el menú tipo bufé de diferentes tipos de carnes a la parrilla, patatas fritas, ensalada, pan y postre o café. Además, lo bueno para las familias es que tienen menú infantil y zona de juegos.

La calidad de la cocina

Laura Leiras

Las comidas de amigos, familiares y compañeros de trabajo comienzan a multiplicarse en el mes de noviembre en Lugo, contagiados por la proximidad de las fiestas navideñas y tras el bum por los festejos del San Froilán. El restaurante Brasas Brancas, que se ubica en el Hotel Mercure, es uno de los establecimientos favoritos de los lucenses, por la calidad de su cocina y también por la estética de las instalaciones. Las reservas van en aumento: «Este ano notamos que hai máis grupos e que as reservas se fan cada vez con máis antelación», apunta Dámaso Expósito, propietario de Brasas Brancas. A diario registran comidas de pandillas, pero lo fuerte llega los fines de semana, que están casi al completo —aunque aún hay disponibilidad—, desde finales de noviembre hasta Navidad. El puente de diciembre es la fecha que marca la excepción, puesto que mucha gente se va de vacaciones y opta por no organizar reuniones en esas fechas. En cuanto a los menús, la cocina del Brasas Brancas aúna lo tradicional y lo moderno, empleando producto local y especializándose en la «nova cociña galega». La mayoría de las reservas optan por menús cerrados, de unos 60 o 70 euros de media, con platos para compartir, pescado, carne, postre, bebida y café.