Beta Bravo: «O que se oferta hoxe na hostalería está desprestixiando o oficio de camareiro»

leticia castro O GROVE / LA VOZ

O GROVE

MONICA IRAGO

A punto de alcanzar el ecuador del mes de julio, bares y restaurantes de O Grove siguen buscando personal de refuerzo para atender la carga de trabajo existente

13 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La temporada estival ya ha arrancado en O Grove, y buena prueba de ello es la alta afluencia de turistas a bares y restaurantes de la localidad. Pero lo cierto es que, a pesar de estar a mediados del mes de julio, los hosteleros siguen reclamando personal para sus negocios y algunos de ellos no dan cubierto siquiera la plantilla mínima que les permita trabajar con holgura.

Es el eterno problema, el de todos los veranos, con la diferencia de que cada vez hay menos gente que quiera trabajar en el sector por las condiciones que se ofrecen, ya que además es un empleo de carácter temporal. Pero hay un perfil en concreto, el del camarero, que pierde adeptos año tras año. Quienes se dedican a ello aseguran que el mayor de los inconvenientes radica en las condiciones laborales que se les ofrecen, saltándose a la torera los convenios colectivos, sin respetar los días de descanso y no cobrando las horas extra. Y todo esto por un salario que no se aleja demasiado de los 1.000 euros. Algo que «desprestixia o oficio», apunta Beta Bravo, una profesional de O Grove que lleva años trabajando en Cataluña y que hace dos volvía a su localidad natal. A su regreso, propiciado en parte por la pandemia, apostó por seguir formándose cerca de casa, concretamente en el CEIP Carlos Oroza, donde se imparten ciclos de cocina y servicios, entre otras especialidades.

Beta es de las que piensa: «Aínda que os empresarios crean que para camareiro vale calquera, non é certo», ya que apunta que son necesarias unas nociones básicas «e un pouco de aprezo polo que se fai», y si no es así el empresario estará abocado a verse cada vez más con este problema. «E hai outra cuestión», añade, «que logo se te precisan no teu día libre e non podes ir parece que lle sente como unha ofensa», comenta. Que no se respeten los derechos del trabajador al parecer también cansa.

La experiencia de la camarera grovense tanto en el propio sector como en las escuelas de formación a las que ha asistido le muestran que, además, existe otra problemática que minusvalora el oficio, y es que también se trata de una cuestión de márketing. En los últimos años se ha tendido a ensalzar y venerar la profesión de cocinero «en programas de televisión, festivais de música e outras canles onde se lles dá unha publicidade que a converte en moi atractiva», cuenta Beta Bravo, al mismo tiempo que señala que es algo que le parece maravilloso. De hecho la visibilidad que aportan los chefs con estrella Michelin ha hecho mucho por el oficio. Pero lamente que se esté dejando de lado al personal de sala, al bartender, pieza fundamental en el engranaje. «Quizais se lle desen máis protagonismo, —a este último profesional— máis xente apostaría por formarse», subraya. Y pone un ejemplo: el pasado curso, en su clase eran apenas cuatro alumnos. De hecho, sobraban plazas, mientras «no ciclo de cociña non chegaban». Así que, al final, comenta Beta Bravo, parece que se establece una especie de jerarquía invisible donde el camarero es el último eslabón, «e iso non vende».

Salarios que apenas han subido en los últimos 20 años

La cuestión de los salarios merece una mención aparte, indica Beta Bravo. Y es que la retribución que se ofrece apenas se ha incrementado en los últimos diez ó veinte años. Mucha gente no enfoca la hostelería como una profesión real, y eso también es un problema a la hora de crear una plantilla estable que tenga realmente el sueldo que le corresponde. Las soluciones pasan en parte porque los salarios alcancen, al menos, una cifra justa.