Nutricionistas y endocrinos advierten de la importancia de saber leer la etiqueta de cada alimento y destacan que hay que aprender a contar nutrientes, no calorías
24 sep 2018 . Actualizado a las 19:23 h.Hace unos días que resuena el eco de un estudio publicado en el Reino Unido y realizado por investigadores de las Universidades de Surrey y Leeds que aseguraba que el contenido en azúcar libre de la mayor parte de los yogures superaba el umbral recomendado marcado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ese porcentaje está, según Rosaura Leis, pediatra del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago y profesora de la USC, en un 10 % y, en el caso de los niños menores de dos años, lo más recomendable es por debajo del 5 %.
Aunque los resultados del trabajo hay que cogerlos con pinzas porque no analiza únicamente yogures, sino también postres lácteos, y se trata de productos del mercado inglés (donde la formulación, según la Federación Española de Productores Lácteos, es diferente), reabren un debate en torno al exceso de azúcares añadidos en los alimentos, sobre todo en los procesados. La gran preocupación de pediatras, endocrinos o nutricionistas es que esa es una de las causas de la epidemia de obesidad que avanza rápidamente por todo el mundo y, como advierte la OMS, «es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI entre la población infantil».
El problema parece no estar en los yogures. «Es un alimento saludable», apunta Rosaura Leis. Esta pediatra matiza que «hay que diferenciar el azúcar natural y el libre o añadido. Cuando se habla de una recomendación de no consumir más de un 10 % de azúcar está refiriéndose al libre o añadido. Los azúcares de frutas intactas o lácteos no son libres. Por tanto, el yogur es un alimento saludable». Al analizar el contenido de este nutriente que tiene un yogur natural de los que hay en el refrigerador de un supermercado gallego, puede comprobarse que su contenido en hidratos de carbono es de 4,8 gramos por cada cien, de los que todos son azúcar. Un yogur de la misma marca, pero azucarado, contiene 12 gramos de hidratos, de los que 12 son azúcares.
Pero esos porcentajes se disparan cuando en lugar de yogures, lo que se mira es la etiqueta de un paquete de galletas para niños (70,4 gramos de hidratos de carbono por 100 gramos, de los que 26,5 son azúcares) o del cacao en polvo (78 gramos de hidratos, pero 70 son azúcar). De ahí, como apunta una de las nutricionistas consultadas, la importancia de aprender a leer las etiquetas de los productos para poder contar bien sus nutrientes, no poniendo el ojo únicamente en el número de calorías.
Buen etiquetado
Ahí un buen etiquetado es fundamental. El endocrino y vicepresidente de la Sociedad Española de Obesidad, Diego Bellido, pone como ejemplo iniciativas como la llevada a cabo en Chile, donde han realizado un importante esfuerzo legislativo para tratar de frenar la epidemia que afectaba a la población. Desde el 2016 tienen que poner advertencias en el frente de los productos donde indican que tienen un alto contenido en azúcares o grasas saturadas. También Portugal penaliza con una fat-tax a los fabricantes de refrescos que superen las tasas marcadas por Bruselas. En España, la industria láctea, como apuntan fuentes del sector, tiene el compromiso con la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, de reducir al menos un 10 % la cantidad de azúcares añadidos en productos de consumo habitual, y una media del 5 % en aquellos que se toman de modo esporádico.
Los ejemplos
Yogur
Uno natural tiene 4,8 gramos de azúcares que son propios de la leche. Uno natural azucarado tiene 12 gramos.
Cacao
El cacao en polvo es uno de los productos con más azúcar. El producto analizado contiene 70 gramos.
Galletas
Resulta muy importante comprobar los nutrientes. Hay algunas para niños que tienen 26,5 gramos.
Cereales
Aunque han salido al mercado algunos que no tienen azúcar añadido, los hay con 15 gramos por cada cien.
Fiambre
Algunos fiambres procesados tienen un alto contenido en azúcares. Es el sexto ingrediente que aparece.
Bebidas energéticas o refrescos
Algunas de estas bebidas tienen 10,6 gramos por cada 100 mililitros.