Si te has guardado unos días de vacaciones y no sabes qué hacer con ellos échale un vistazo a este artículo. Te presentamos las ciudades en las que más se cuida y se disfruta de la maravilla del arte culinario
08 oct 2019 . Actualizado a las 11:25 h.La vida foodie es, para muchos, la vida mejor. Cada vez más turistas condicionan sus vacaciones a destinos que les permitan disfrutar de una rica y variada gastronomía. Galicia es una de esas tierras que atrae a viajeros de todo el mundo por las cualidades y los módicos precios de sus productos. De hecho, ya hay ránkings que posicionan a la comunidad como la primera de España en atractivo culinario. No obstante, tener tan cerca la calidad y el sabor no sacia las ganas de los amantes de la cocina de probar nuevos platos y conocer innovadoras técnicas, restaurantes y calles plagadas de olores únicos. Por eso, si aún tienes unos días de vacaciones pedientes y, en algún caso, un bolsillo holgado, puedes echarle un ojo a estos destinos y lanzarte de lleno a las páginas de comparadores de vuelos. Empezamos.
Tokio
Que cuente con 230 restaurantes con estrellas Michelin (siendo la capital nipona la urbe con más preseas del mundo) da cuenta de que en Tokio los chefs están haciendo las cosas bien. Sin embargo, no solo de altísima cocina vive esta ciudad; de hecho, en la guía roja hasta aparece un lugar donde se vende onigiri, una bola de arroz que es la comida más recurrente para llevarse a la oficina o a la escuela. La calidad de los productos ayuda a que la gastronomía de esta parte del mundo se encuentre entre las más apreciadas, pero el amor de los japoneses por el cuidado de los platos convierte a los restaurantes más humildes de fideos en los callejones yokocho un placer para los sentidos.
Precisamente, la comida callejera de Tokio es en sí misma una experiencia. El ramen o el oden se convierten en los platos más populares entre los visitantes, aderezadas de sake. Por cierto, la revista Saveur la nombró «mejor ciudad del mundo para comer».
San Sebastián
La empresa de cáterings británica Caterwings la coronó como el sitio donde mejor se come del planeta. Del mismo modo, los ránkings que establecen cuáles son las ciudades más foodies recurren con frecuencia a la ciudad donostiarra. Recorrer la Parte Vieja de San Sebastián es una maravilla para los amantes de los pintxos, que ven las puertas del cielo abiertas. Las barras, donde se acumulan Gildas (banderillas con anchoas, piparras y aceitunas), mejillones tigre o minaturas de txaka (surimi), son un auténtico caladero de amantes de la comida. Por no hablar de lo que uno podrá disfrutar si dispone del una cartera abultada y se puede permitir el lujo de hacer parada en el restaurante del Hotel María Cristina o Mugaritz.
La conocida como Nueva Cocina Vasca (Juan Mari Arzak, Pedro Subijana) puso, en parte, esta ciudad en el ojo de los grandes chefs del mundo. Sobre todo los japoneses, quea adoran la gastronomía de este enclave de la geografía española.
Nueva York
Muchos hablan de ella como la capital gastronómica del mundo, desmontando así la idea de que se puede aplicar a cualquier punto de Estados Unidos eso de que todo es comida basura. Lo saben bien el chef José Andrés y los hermanos Albert y Ferrán Adrià, que han elegido esta ciudad para abrir Little Spain, un mercado que aglutina lo mejor de la mejor gastronomía española. Igual que Lucía Freitas, la cocinera compostelana que cruzó el charco para embarcarse en el proyecto Tomiño, que arrasa entre locales y turistas. Pero más allá de esto, Nueva York se presenta como un lugar donde poder probar todo tipo de comidas del mundo a precios aptos para todos los bolsillos. Desde las mejores hamburguesas, perritos calientes o bocadillos de pastrami a su inigualable oferta de brunch. Además cuenta con cuatro establecimientos en la lista de los 50 mejores del mundo y, para los que buscan lujo a toda costa, en la ciudad que nunca duerme se encuentra también el restaurante japonés Masa, cuyo menú (sin impuestos ni bebida) cuesta 330 euros por persona.
Nápoles
La capital de Campania es un emblema de la cocina en Italia y fuera de las fronteras del país de la bota. Con la pizza como buque insignia por haber visto nacer este plato, la ciudad de la mafia tiene mucho más que ofrecer (además de caos y bullicio). Los pescados y mariscos plagan una oferta gastronómica maravillosa que puede disfrutarse en cada plaza de esta excitante ciudad. De hecho, no es un sacrilegio añadir frutti di mare a las pizzas, como excepción total, eso sí. Los espaguetis con salsa napolitana son otro de los platos, lógicamente, más demandados. Los ingredientes de este aderezo no son más que tomate y albahaca, pero sus productos, de excelente calidad, convierten la receta en un manjar. La salsa ragú es otro clásico con el que acompañar diferentes pastas. Y si preferimos platos más saludables, Nápoles también es uno de los templos de la ensalada caprese. ¿Quién da más?
Lima
Es el destino gastronómico de moda, y ha conseguido llegar a lo más alto por méritos propios, con el restaurante Central a la cabeza de la lista de los 50 mejores de América Latina. Por otro lado, la expansión de platos como el ceviche o el ají de gallina han llamado la atención del gran público, que empieza a ver la cocina peruana como, hace unos años, lo hacía con la japonesa.
El país se consagró el pasado año como mejor destino gastronómico y cultural del mundo en los World Travel Awards, considerados los Oscar del Turismo. Bloomberg, por su parte, señaló a Lima como la mejor ciudad gastronómica del mundo, y reconoció a los tres restaurantes limeños que han colocado a la cocina peruana en el escenario mundial: Astrid y Gastón, Maido, y Central.