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Visita a la fragata argentina Libertad: «Ojalá vinieran más barcos así a Ferrol»

f. fernández FERROL / LA VOZ

SOMOS MAR

La ciudad recibe con los brazos abiertos a un segundo buque escuela en una semana

21 jul 2025 . Actualizado a las 09:21 h.

Nati Durán, de Ferrol, descendió por la pasarela de la fragata Libertad con una sonrisa en la boca. Acababa de recorrer la cubierta del buque escuela de la Armada argentina, atracado en el muelle de Curuxeiras desde el jueves pasado. «Es muy bonito, está muy bien que vengan estos barcos a Ferrol. Somos ciudad naval, vivimos de esto, ojalá vinieran muchos más», valora.

Pero como el Juan Sebastián de Elcano, que hizo escala en la ciudad hace una semana, no hay casi nada. Las comparaciones son odiosas, pero inevitables. Nati tampoco se quiso perder la visita al buque escuela de la Armada española. «Yo repito, me gustó más Elcano, también porque es más nuestro... Y cuándo entró... fuimos a verlo a Santa Catalina, fue una pasada...». Nati reconoce que no es objetiva: «Trabajo en el sector naval, me gustan muchísimo los barcos y arrastro a todo el mundo», comenta mientras mira divertida a sus familiares. Todos parecen encantados.

Entre los visitantes a la fragata Libertad se encuentra también una pareja que peina canas. María del Carmen Núñez, nacida en Ferrol, pero residente en Canarias desde hace muchos años. «Estudié en las Mercedarias, pero me fui a los 18, ya no te digo los años que tengo», aclara. Junto a ella, el británico John Bernard Murphy, quien comenta divertido: «No quise hablar mucho porque soy inglés». Hay que recordar que Argentina y el Reino Unido protagonizaron en 1982 una guerra no declarada por la soberanía de las islas Malvinas, en la que perdieron la vida 649 militares argentinos y 255 británicos. El conflicto duró 74 días y acabó con la rendición argentina.

María del Carmen Núñez abandona la fragata fascinada: «Me ha parecido fantástica, los argentinos son muy inteligentes, muy amables».

Oficialmente, el buque escuela de la Armada argentina permanecerá en Ferrol hasta este lunes, cuando zarpará hacia su próximo destino: Noruega. La fragata, construida en 1956, pero entregada a la Armada en 1963, está realizando su 53 crucero de instrucción. A bordo, casi 300 personas.

Como ocurrió con el Juan Sebastián de Elcano, el público puede visitar el interior de la Libertad. Pero solo la cubierta, en ambos casos.

Varias decenas de personas se apiñaban este sábado en el acceso al espigón exterior del muelle de Curuxeiras un poco antes de que comenzasen las visitas guiadas al interior del barco, en torno a la una del mediodía. En la cola destacaba un grupo de marineros de la escuela de especialidades de A Graña, la Esengra, que, una vez a bordo, posaron con sus homólogos argentinos. También se veía alguna camiseta blanquiazul (los colores de la bandera argentina) con el nombre de Messi en la espalda. Eran compatriotas de los militares. «¿Se podrán hacer fotos no?», preguntaba algún curioso.

La Libertad consta de tres mástiles, frente a los cuatro del Juan Sebastián de Elcano, y mide 103 metros de eslora (largo), diez menos que la española.

Para los profanos en la materia, la parte más vistosa está en la popa, que alberga el sistema de gobierno, como lo definió el guía, que no está en funcionamiento. «Si vieron la película Titanic, acá venía el capitán para ponerse tras el timón y darle órdenes a la máquina», relataba. Entre explicaciones técnicas, plagadas de términos como los guinches, los cabestrantes o la botavara, discurrió una media de hora de visita al buque escuela argentino.