Arde la pantalla con «El cuerpo en llamas», la serie basada en el crimen de la Guardia Urbana, pero Quim es «el cuerpo en calma». Acaba de casarse, pelea por conciliar como padre. Y triunfa en Netflix con un Albert «que hace un pacto con el destino» que sale mal. «Yo no soy consciente de mi magnetismo, soy peculiar, y eso puede gustar mucho, ¡pero a poca gente!», dice