El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán, celebró la absolución este jueves por parte del Tribunal Supremo del delito de prevaricación que pesaba sobre él y aseguró que tenía «confianza en la justicia», mientras que, por otro lado, aunque aseveró que no se podían «tolerar» comportamientos como el del Real Madrid y su carta atacando al colectivo arbitral, se mostró conciliador y «abierto a escuchar a todo el mundo».