Aprender a conducir es un clásico entre los propósitos de Año Nuevo. Ricardo Mediano, con 25 años de experiencia en el sector, sabe que en enero entra mucho alumno nuevo por la puerta. «El caso es que vuelvan. Algunos no pisan más la autoescuela» .
Esta pareja de Carballo ha abierto un obrador para aprender cocinando y jugando. Y con las «cookies» hornean los afectos. Porque el cariño también se amasa
El destino de ambos está unido a las becas de retorno de la Xunta. Tras cursar un máster en la UDC, han conseguido un empleo aquí y están felices. Su hermana Olga, en La Habana, se lo está pensando